Ayuso se empeña en mantener una estación de esquí “inviable” en Navacerrada
La Comunidad de Madrid que dirige Isabel Díaz Ayuso (PP) sigue empeñada en que haya una estación de esquí en la vertiente madrileña de Navacerrada, aunque la falta recurrente de nieve la haga “inviable”, como ha afirmado la propia empresa que la gestiona actualmente.
El Gobierno autonómico le rebaja un 65% el alquiler de suelo público a la estación de esquí de Navacerrada, según reflejan los nuevos pliegos para autorizar la ocupación del monte donde se hallan las instalaciones. El documento prevé un canon anual mínimo de 0,59 euros por metro cuadrado cuando la anterior autorización suponía el abono de 1,69 euros por m2.
Además, las condiciones de ocupación aprobadas por la Consejería de Medio Ambiente el 21 de diciembre de 2023 se firmaron cuando estaba pendiente una decisión judicial sobre el desmantelamiento de la vertiente segoviana de la estación, pero ese fallo llegó el 31 de enero y dio la razón al Ministerio de Transición Ecológica: la Junta de Castilla y León debe activar el proceso de desmontaje.
La estación de esquí de Navacerrada –que nunca ha dejado de estar operativa– tiene sus peculiaridades. Colindante con el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, la autorización de sus pistas segovianas caducó en abril de 2021 y las de las madrileñas aún antes: en febrero de 2019.
Ahora, cinco años después de que expirara el permiso, la Comunidad de Madrid ha aprobado unos nuevos requisitos para seguir ocupando el monte Pinar Baldío donde están levantadas las instalaciones de esquí. El pliego recoge la ocupación de “una superficie total de 54.195 m2” por un plazo de 29 años y un canon anual “que no podrá ser inferior” a 32.017 euros.
La matemática es sencilla. Al futuro promotor le saldrá el alquiler de cada metro cuadrado a 0,59 euros al año. La concesión que expiró en 2019 pedía en 2004 un canon de 11.800 euros por la ocupación de 8.800 metros cuadrados que se actualizaba según pasaban los años. En 2017 estaba en 14.986 euros por esos 8.839 metros, según se recogía en una notificación de uno de los ayuntamientos dueños del suelo (Cercedilla). El alquiler salía a 1,69 euros por m2.
Así que el actual pliego de condiciones para la ocupación de Pinar Baldío “con destino a instalaciones destinadas a facilitar la práctica de deportes de invierno” instaura un alquiler un 65% más barato en términos relativos. La Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid contesta sobre esta rebaja que el cálculo “responde a la fórmula polinómica general para todas las ocupaciones que tienen aprobadas en pleno los ayuntamientos de Navacerrada y Cercedilla”. Y añade que “no es una fórmula lineal. Considera el uso en invierno y todo el año”.
Muchos más metros
También llama la atención que el nuevo expediente para ocupar suelo público multiplique por seis la superficie recogida en el anterior permiso que amparaba la actividad de la estación de esquí. Pasa de 8.839 m2 a 54.195 m2. Comparando ambos documentos, la gran diferencia está en la instalación denominada “pista de esquí o deportes de invierno Guarramillas” con 47.441 m2 que no aparecía en la autorización de 2004, aunque esa pista siempre ha sido ofrecida por la estación a sus clientes.
La Comunidad de Madrid, a preguntas de elDiario.es, responde que la “concesión original” para ocupar el monte contemplaba lo que llama “sombre del telesilla, pero se ha comprobado que realmente están haciendo un uso privativo durante la época de invierno de toda la superficie esquiable de las pistas a las que se accede desde ese telesilla”. Es decir, admite que se ha estado utilizando una superficie que no contaba con autorización –que ahora se pone en trámite–. Supone 47.000 m2 cuadrados.
Isabel Díaz Ayuso ha utilizado recurrentemente la estación de esquí como munición en su pelea con el Gobierno central. Anunció en abril de 2021 que estudiaba cómo declarar la estación bien de interés cultural (no se ha hecho). Calificó de “buena noticia” que Castilla y León declarara que las pistas en Segovia seguirían funcionando a pesar de tener el permiso vencido. “No tiene cabida ni lógica alguna que Navacerrada tras tantos años se cierre por motivos políticos”, remachó. En abril de 2023 volvió a calificar de “sectarismo” los planes de Transición Ecológica.
Estas nuevas condiciones para volver a autorizar las pistas fueron visadas el pasado 21 de diciembre por la Dirección General de la Biodiversidad y Gestión Forestal tras ser aceptada su proposición en los ayuntamientos de Cercedilla y Navacerrada. Todavía están pendientes de adjudicación.
En el momento en el que el Ejecutivo autonómico de Isabel Díaz Ayuso daba el visto bueno a este concurso, estaba pendiente de sentencia el recurso del Ministerio de Transición Ecológica sobre el desmantelamiento de la estación de Navacerrada en su lado segoviano. Las infraestructuras ocupan un monte cuyo dueño es el Organismo Autónomo Parques Nacionales que, una vez caducada la autorización a la empresa de esquí, decidió que el monte volviera a su estado anterior.
El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León le dio la razón a Transición Ecológica el pasado 31 de enero y la Junta castellanoyleonesa que dirige Alfonso Fernández Mañueco (PP) está obligada a iniciar el procedimiento para que se desmonte la estación. El Gobierno autonómico ha anunciado que recurrirá la sentencia ante el Tribunal Supremo.
La falta de nieve natural impide el esquí
Mientras, la Comunidad de Madrid continúa con un concurso para una parte de la estación que la propia sociedad que la gestiona actualmente considera, prácticamente, prescindible. De hecho, Puerto de Navacerrada Estación de Esquí afirmaba en marzo de 2021 que la clausura de las tres pistas que ahora han ordenado desmantelar los jueces implicaba “el cierre de la estación” ya que son las que “más días de esquí generan”. Quedarse solo con la parte madrileña –ahora en concurso– hacía “inviable”, decían, “la explotación de la Estación de Esquí de Navacerrada”.
La causa es sencilla: solo las pistas de Segovia cuentan con cañones para hacer nieve. Ante la falta cada vez más acusada de precipitaciones, la fabricación de nieve es lo que ha mantenido la actividad. Las pistas de la Comunidad de Madrid, aún siendo más altas, no tienen cañones y, por lo tanto, no hay suficiente nieve para esquiar. De ahí que la estación se revele “inviable”.
“El puerto de Navacerrada está perdiendo la oportunidad de ser restaurado como el Puerto de Cotos”, analiza Mari Ángeles Nieto, de Ecologistas en Acción. Se refiere al proyecto –promovido por el entonces presidente de la Comunidad, Alberto Ruíz-Gallardón (PP)– que, desde 1999 eliminó la estación de Valcotos, a solo siete kilómetros de Navacerrada, y recuperó los ecosistemas afectados. “Una de las actuaciones más reseñables en materia de conservación”, según la llama la página web del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama. “Y todo por una pugna política del Gobierno de Díaz Ayuso”, remata Nieto.
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