Baleares se ha convertido en la primera Comunidad Autónoma que denuncia como crímenes contra la humanidad asesinatos cometidos durante la Guerra Civil. El Govern ha denunciado ante la Fiscalía 52 asesinatos cometidos entre 1936 y 1937, cuyos cuerpos han sido exhumados en fosas de Mallorca (en concreto, tres aparecieron en el cementerio de Sant Joan en 2014 y el resto en Porreres en 2016).
En esta última fosa se exhumaron 49 cuerpos con evidencias de muerte violenta por armas de fuego, una exhumación que fue posible gracias a la ley aprobada por unanimidad por las fuerzas políticas del Parlament en 2016.
La Ley para la recuperación de desaparecidos durante la Guerra Civil y la dictadura franquista –conocida como la “ley de fosas”– obliga al Govern balear a localizar las fosas y a exhumar e identificar a todos los desaparecidos durante la Guerra Civil y la dictadura –siempre y cuando los prepuestos del Ejecutivo lo permitan.
La Abogacía de la Comunidad Autónoma ha sido la encargada de interponer este viernes la denuncia ante la Fiscalía, en concreto ante el fiscal jefe de Baleares, Bartomeu Barceló. Esta denuncia había sido anunciada con anterioridad por las autoridades baleares, pues en la Ley de Fosas obliga al Govern a denunciar ante la Fiscalía los casos en que las víctimas hayan sufrido una violación de derechos humanos.
Europa Press asegura que la Abogacía de la Comunidad Autónoma, en un escrito de 12 páginas acompañado de material documental, comenta que “se han constatado indicios de haberse presuntamente cometido crímenes contra la humanidad en Mallorca, entre los meses de agosto de 1936 y marzo de 1937”.
La clave para poder denunciar los asesinatos como posibles crímenes contra la humanidad es que los cuerpos presentan evidencias de muerte por arma de fuego. La propia Abogacía recalca en su informe que los cadáveres exhumados tienen uno o más orificios provocados por proyectiles, ya sea en el cráneo o en otras partes del cuerpo.