Los puertos de Barcelona, Palma de Mallorca, Venecia, Civitacecchia y Southampton son los que sufren mayor contaminación en Europa por la presencia de cruceros, mientras que España, Italia, Grecia, Francia y Noruega son los países más expuestos a la polución que generan los grandes buques de pasajeros.
Esta es la conclusión de un estudio difundido este miércoles, elaborado por la federación Transport & Environment, de la que forma parte Ecologistas en Acción, que ha analizado la contaminación del aire causada por cruceros de pasajeros de lujo en aguas europeas.
Según el estudio, los barcos de la operadora de cruceros más grande del mundo, Carnival Corporation, emitieron en 2017 solo en los mares europeos 10 veces más dióxido de azufre que los más de 260 millones de vehículos de pasajeros que circulan por Europa, seguida de Royal Caribbean Cruises, con emisiones cuatro veces mayores que las generadas por el parque automovilístico de Europa.
Según ha informado la federación ecologista en un comunicado, las emisiones de óxidos de azufre forman aerosoles de sulfatos (SO4) que incrementan los riesgos para la salud humana y contribuyen a la acidificación de los sistemas terrestres y acuáticos.
Según el estudio, que España, Italia y Grecia figuren como los países más expuestos a esta contaminación se debe principalmente a que son destinos turísticos importantes, pero también a que “tienen regulaciones menos estrictas sobre la limitación de azufre de los combustibles marinos”.
El director de políticas de transporte de Transport & Environment, Faig Abbasov, ha explicado en un comunicado que “los cruceros son ciudades flotantes con un alto consumo de energía generada por los combustibles más tóxicos que existen”.
“Mientras las ciudades están prohibiendo la circulación de coches diésel para reducir la contaminación que respira su población, están dando vía libre a las navieras, que provocan grandes concentraciones de contaminantes con un alto riesgo para la salud de sus pasajeros y de las poblaciones más cercanas a las terminales de cruceros. Es inaceptable”, ha añadido.
El estudio también indica que las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) generadas por los cruceros en Europa equivalen a aproximadamente al 15% del NOx que emite la flota de vehículos de pasajeros de Europa en un año.
En Marsella, por ejemplo, el estudio indica que 57 cruceros emitieron en 2017 casi tanto NOx como una cuarta parte de los 340.000 vehículos de pasajeros de la ciudad y que en las costas de países como Noruega, Dinamarca, Grecia, Croacia y Malta, unos pocos de cruceros son también responsables de emisiones de NOx mayores que el conjunto de lo que emiten sus flotas de vehículos.
En su informe, Transport & Environment afirma que Europa “debería implementar una regulación de emisiones cero para los cruceros en los puertos tan pronto como sea posible, que podría extenderse a otros tipos de naves”.
El estudio recomienda también ampliar las áreas de control de emisiones (ECAs, por sus siglas en inglés), actualmente en vigor únicamente en el Mar del Norte, el Báltico y el Canal de la Mancha, al resto de los mares europeos.