Roma, 30 dic (EFE).- El barco humanitario Geo Barents, fletado por Médicos sin Fronteras (MSF), retomó este viernes la búsqueda de migrantes en el Mediterráneo central, pese a la nueva y férrea política sobre este tipo de operaciones y desembarcos del Gobierno italiano.
En estos momentos no había otras embarcaciones humanitarias patrullando las aguas internacionales del Mediterráneo central, por las que pasa la ruta desde el norte africano hacia Europa.
La Geo Barents emprendió hoy su vigésimo primera misión de rescate zarpando desde el puerto siciliano de Augusta “en cumplimiento de las leyes y convenciones internacionales y marítimas”, según declaró la organización en sus redes sociales.
Se trata de la primera ONG que vuelve al Mediterráneo después de que el Gobierno de la ultraderechista Giorgia Meloni aprobara un decreto ley dirigido a combatir este tipo de rescates, pues creen que favorecen el flujo migratorio desde África.
En resumidas cuentas, el texto no impide el desembarco de migrantes sino que lo complica, autorizando su realización en el lejano norte italiano y no en el sur, como Sicilia o Calabria, en los últimos años punto de llegada de estos solicitantes de asilo.
En el decreto se estipula que Italia aplicará un régimen de sanciones administrativas, en lugar de penales, y además podrá proceder a “la detención administrativa del buque (contra la cual se admite recurso) y, en caso de reincidencia de la conducta prohibida, su decomiso, precedido del embargo cautelar”.
Aunque no se ha especificado la cuantía de las multas, los medios locales calculan en 50.000 euros la sanción para los barcos y hasta 10.000 euros para el capitán y el propietario del buque si no facilitan la información requerida.
“Ante las muertes incesantes en el Mediterráneo central, nos vemos obligados a continuar nuestra misión para evitar tragedias evitables”, declaró el capitán del Geo Barents, el argentino Juan Matías Gil.
Entre el 1 de enero y el 30 de diciembre del 2022 desembarcaron en las costas italianas 104.061 inmigrantes, un tercio más que los 67.034 del mismo periodo del año anterior, según datos actualizados del Ministerio del Interior.
MSF señaló que en este año se ha confirmado la muerte de 1.360 en esta peligrosa ruta marítima, mientras que asciende a 25.000 el número de víctimas mortales desde 2014.