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Bertrand Piccard: Lograr la eficiencia energética en todas partes “es posible”

Madrid —

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Lourdes Uquillas

Redacción Medioambiente, 14 nov (EFE).- El promotor de la Fundación Solar Impulse, Bertrand Piccard, ha señalado en entrevista con EFE que “las energías renovables están al alcance de las pequeñas empresas en cualquier lugar y de los países en vías de desarrollo” porque la meta para luchar contra el cambio climático es “lograr la eficiencia energética”.

Piccard, psiquiatra de profesión y pionero en el fomento de las energías renovables y de soluciones climáticas y ambientales a través de la Fundación que dirige, subraya desde Bakú, donde asiste a la Cumbre del Clima (COP29), que “muchas personas siguen pensando que luchar contra el cambio climático resulta caro”, pero “no es así, es una cuestión de inversiones, pero no de filantropía”, aclara.

En su opinión, las energías renovables son una alternativa para luchar contra el calentamiento global “más barata que la explotación de recursos fósiles”, y, además, permiten la eficiencia energética, es decir, lograr la producción de energía y su “reutilización cuantas veces sea posible, logrando la circularidad de la energía”.

El innovador y explorador suizo, quien junto al piloto británico Brian James completó en 1999 la primera vuelta al mundo en un avión propulsado por energía solar, ha conseguido reunir 1.700 iniciativas sostenibles que se pueden consultar en su página web para lograr un futuro más verde y afrontar el reto del cambio climático.

Ante el negacionismo climático de Donald Trump, Piccard apunta que se combate con un “cambio de narrativa” y sugiere enfocarlo en “las inversiones y beneficios que supone invertir en energías renovables, la creación de empresas y de miles de puestos de trabajo”.

Porque la transición hacia la energía limpia “debe verse como una oportunidad”, sostiene, de poder implementar sistemas tecnológicos para la reutilización de los gases que emiten las chimeneas industriales para la producción de energía y esa energía a su vez usarla en todo el circuito industrial, o hacerlo con las bombas de calor o la geotermia.

“La inversión en eficiencia energética es sumamente rentable porque lo que hay hoy en día es ineficiencia”, subraya e incide: “Hay desperdicio de energía, un desperdicio de recursos que cuesta 4,6 billones de dólares al año, una cantidad que se pierde simplemente porque los consumidores desperdician energía”.

“Está claro”, asegura, que la inversión en energía renovable y en eficiencia energética es el objetivo que pretende llegar a las pequeñas y medianas empresas (pymes), y para lograrlo, explica que la Fundación Solar Impulse ha firmado un acuerdo con el Banco Europeo de Inversiones (BEI) para la puesta en marcha del 'Efficiency Fund' (Fondo de Eficiencia) que ha presentado en el marco de la COP29 en Bakú.

Es “la eficiencia como servicio”, con el que la Fundación en colaboración con el BEI pretende “acelerar la eficiencia energética a través de la 'servitización', un modelo de negocio conocido como pago por servicio”, un sistema que es interminable, porque se puede hacer esto para todo el mundo, para individuos, para el sector público, para el sector privado“.

Esto significa que “el fondo invierte en soluciones” para la producción de energía, y “el cliente paga por el uso de la solución y no por la propiedad de la solución, lo cual es muy importante”, porque básicamente, dice, en el fondo, “en lugar de vender un sistema, se vende el uso del mismo”.

Comenta que el objetivo es realmente pasar ahora a un “nuevo modelo de negocio financiero que será extremadamente interesante para el mundo financiero” y “muy necesario, porque en el mundo actual no se pueden dedicar más recursos ”a producir más“.

Pone de ejemplo la sequía y los problemas energéticos en América Latina y afirma que el problema se debe enfocar en la reducción del consumo. “Deberíamos acusar a la población, a la industria, a las ciudades y a los países de consumir demasiado”, denuncia.

Insiste, en cualquier caso, en que “el obstáculo son los seres humanos, no el dinero ni la tecnología”.