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Los bosques valen hasta 6 veces más de lo que cuesta conservarlos

Un reciente estudio realizado por una colaboración internacional de científicos ha estimado el valor de la biodiversidad de los bosques entre los 166.000 y los 490.000 millones de dólares al año, unas cantidades que, según los autores de la investigación, son “considerablemente mayores que el costo total de una conservación global efectiva”.

El estudio se ha centrado específicamente en analizar cómo la variedad de especies de árboles en un bosque está relacionada con la producción maderera. “A pesar de que esto representa solo un pequeño porcentaje del valor total de la biodiversidad, este valor es de dos a seis veces más que lo que costaría implementar de manera efectiva medidas de conservación a nivel mundial”, ha explicado a eldiario.es Jingjing Liang, investigador de la Escuela de Recursos Naturales de la Universidad de Virginia Occidental y principal autor del estudio.

Para este estudio, los investigadores recopilaron datos de unas 777.126 parcelas de bosque de 44 países y 13 regiones ecológicas. En total, se analizaron más de 30 millones de árboles de 8.737 especies. Los resultados mostraron que la productividad de los bosques disminuye con la pérdida de la biodiversidad en casi todas las regiones del mundo, aunque las áreas que experimentan la mayor disminución de productividad en términos absolutos son el Amazonas, el Golfo de Guinea, el Sureste de África, el sur de China, Myanmar, Nepal y el archipiélago malayo.

Esta nueva evaluación sugiere que una pérdida del 10% de la biodiversidad conlleva una pérdida de entre 2% y el 3% de la productividad que los bosques pueden ofrecer, lo que corresponde unas pérdidas de cerca de 15.000 millones de dólares. “Nuestros resultados ponen de manifiesto el efecto negativo de la pérdida de biodiversidad en la productividad de los bosques”, explican los autores en el estudio, que ha sido publicado en la revista Science.

Aumentar la biodiversidad mejora la productividad

La relación entre la biodiversidad y la productividad de los bosques ha sido un importante foco de investigación ecológica en las últimas décadas y en los últimos años diversos estudios a nivel local habían apuntado a que el funcionamiento de los ecosistemas naturales puede verse afectado sustancialmente por las reducciones en la riqueza de especies.

Según los autores del estudio, la necesidad de entender esta relación es “cada vez más urgente a la luz de la crisis mundial de extinción”, dado que “la deforestación, la degradación de los bosques y el cambio climático están amenazando aproximadamente la mitad de las especies de árboles en todo el mundo”.

Los investigadores también señalan en su estudio los beneficios que tendría una transición de los monocultivos a una mezcla de especies. “Uno de los mensajes importantes de nuestro trabajo es que la biodiversidad mejora la productividad y la plantación de más especies en lugar de una sola, hará aumentar la productividad de los bosques, además de tener otros beneficios ecológicos”, explica Liang.

Bosques sanos

Los investigadores inciden en la necesidad de aprovechar el potencial productivo de los bosques, para que estos sean adecuadamente gestionados. “Una de las principales ideas que hay que afianzar, es que para tener unos bosques sanos, éstos tienen que ser gestionados”, explica a eldiario.es Sergio de Miguel, investigador de la Universidad de Lleida y miembro del comité directivo de la Global Forest Biodiversity Initiative, que ha impulsado este estudio. “Queremos y necesitamos una sociedad que utilice cada vez más elementos renovables y fuentes de energía renovables, y los bosques lo son”, insiste este investigador. 

De Miguel también llama la atención sobre la falta de atención que han recibido los bosques en diversas partes del mundo y sobre las contradicciones de parte de la sociedad a la hora de afrontar la gestión de los bosques. “Hay una visión muy urbana que cree que los bosques no se pueden o no se deben tocar, pero debemos entender que gestionar los bosques es bueno para la sociedad y para los propios bosques”, afirma este investigador. Además, de Miguel recuerda que los bosques “no son algo virgen”, sino que “son el resultado de una interacción profunda entre el ser humano y la naturaleza”. 

En España no hay deforestación, hay falta de gestión

Sobre la situación de España, de Miguel señala que, al igual que en el resto de Europa, “no hay deforestación”, sino que hay “un incremento paulatino de la superficie forestal”. Pero lejos de ser una buena noticia, este investigador apunta a que “el problema no es tanto de cantidad de bosque, sino de calidad de bosque”, ya que hoy en día “los bosques están desatendidos, puesto que la gente ha ido abandonado lo usos rurales y tradicionales que implicaban una gestión del bosque”.

“En España los bosque están infragestionados porque se dice que no son rentables”, afirma de Miguel, que recuerda que “en España, al igual que en otros muchos países, gran parte de la superficie forestal es privada”, con lo que “si un propietario no ve una ganancia en la gestión del bosque no lo hará”.

Este investigador destaca la importancia de establecer el valor de los bosques y su biodiversidad en estudios como el llevado a cabo por Liang. “Si tenemos una sociedad basada en la bioeconomía y en un uso responsable de los recursos naturales, éstos empezarán a tener más valor y la gestión de los bosques será más rentable”.