Solo un día después de que la cabeza y la cola de un lobo despiezado colgaran de un puente en Asturias, la Comisión Europea anunció que quiere rebajar la protección de esta especie. La idea de la presidenta de CE, Ursula von der Leyen, es que los estados aprueben impulsar en el Convenio de Berna la caída de su estatus de “estrictamente protegida” a “protegida”.
El plan de Von der Leyen viene desde hace meses. De hecho, la política alemana se implicó de lleno en una posible revisión del grado de protección. Ella había vivido el ataque de un lobo a un poni que tuvo durante 30 años. “Se veía venir”, analiza el responsable de Biodiversidad de Ecologistas en Acción Theo Oberhuber. “El PP europeo –el partido de la presidenta de la Comisión– había medio prometido esta medida para satisfacer al sector ganadero de cara a las elecciones europeas de 2024”. Lo “más grave”, añade, es que “no se basa en un criterio científico. Eso es un precedente muy peligroso”.
Se veía venir. Tiene mucho más que ver con ganar votos del sector agroganadero y cinegético que han estado presionando para dar marcha atrás
Bruselas opina, según ha descrito este miércoles, que el incremento de la población de esta especie ha generado “problemas, como ataques al ganado, y conflictos con agricultores y cazadores”. Oberhuber contrapone que, en realidad, “tiene mucho más que ver con ganar votos del sector agroganadero y cinegético, que han estado presionando para dar marcha atrás”.
Un ejemplo de esta dinámica pudo verse en Suecia que, hace casi un año, autorizó la mayor cacería de lobos de Europa. En aquella ocasión, el Ejecutivo sueco también se justificó en los choques con la gente y el ganado y, también, contradiciendo el criterio de los científicos: “El plan pone en peligro la población de lobos en Suecia”, publicó un grupo de investigadores en Science.
Responde al compromiso de Von der Leyen de hacer algo con este asunto, pero que no se sostiene por ningún lado
En ese sentido, “se trata más de un movimiento político que avalado por la ciencia” –abunda Luis Suárez de WWF– y “responde al compromiso de Von der Leyen de hacer algo con este asunto, pero que no se sostiene por ningún lado”. El Gobierno español informó a Bruselas en septiembre que la legislación actual ya permite “el control de ejemplares [abatir lobos concretos] al estar está recogido en la estrategia nacional”.
Ni un minuto de espera: que lo cambien “de inmediato”
El comunicado de Bruselas ha servido de munición casi inmediata para las comunidades autónomas, que se han opuesto a la protección integral de los lobos en España. El consejero de Medio Ambiente de Castilla y León, Carlos Suárez Quiñones, ha salido solo un rato después de conocerse la propuesta para llamarla “gran noticia y golpe terrible de efecto”, y ha pedido a la vicepresidenta tercera del Gobierno, Teresa Ribera, que saque “de inmediato” al lobo de la lista de especies de especial protección en España. Una inclusión que califica constantemente de “ideológica”.
El Gobierno de Cantabria ha dicho que la propuesta “es una muy buena noticia”. Su consejero de Desarrollo Rural, Pablo Palencia, no ha tardado en afirmar que se trata de una “prueba de la sensibilidad” ante lo que llama “la problemática que está surgiendo”.
Fue, precisamente, el Gobierno de Cantabria el que en octubre pasado afirmó públicamente que, desde que el lobo está totalmente protegido, en España, “se han perdido tres millones de vacas”. Un dato falso que luego retiró, pero que fue difundido por la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, tras montar una reunión de comunidades autónomas contrarias al estatus del lobo en La Rioja. “Desde que Sánchez es presidente, España ha perdido tres millones de cabezas de ganado”, aireó Gamarra al reabrir el frente político del lobo desde su feudo de Logroño.
Las organizaciones agrarias también se han abalanzado sobre la nueva postura de Bruselas para incrementar la presión, según recoge Europa Press. “En España habrá que convocar al comité científico y reunirse con las comunidades autónomas”, ha dicho un portavoz de la organización agraria COAG. “El problema del lobo es que se reproduce a gran velocidad”, ha aventurado a afirmar. La Unión de Pequeños Agricultores, UPA, ha dicho que Europa ha visto “la situación real”.
En España habrá que convocar al comité científico y reunirse con las comunidades autónomas. El problema del lobo es que se reproduce a gran velocidad
Aunque la proposición de Von der Leyen ha servido para azuzar esta pelea, que implique una rebaja de la figura del Canis lupus ibérico es un horizonte, en realidad, lejano. Primero, el Consejo que reúne a los estados de la UE debería aprobar esa postura. Y, después, la propuesta tendría que llevarse al Convenio de Berna, donde se revisan los estatus de las especies silvestres.
“Desde luego este grupo de comunidades autónomas va a tener una palanca para intentar forzar lo que no han conseguido, ni de manera cautelar, por la vía judicial”, explica Theo Oberhuber. Su organización está personada en 11 recursos que, de momento, no han ido a ningún lado. “Confiamos en que se mantenga una protección que está basada en el conocimiento científico”, remata.
Con todo, “los estados son libres de incrementar el nivel mínimo de protección que se le otorgue a una especie”, aclara Luis Suárez. “No pueden quedarse por debajo, pero sí ir más allá, así que no tendría porqué afectar a la situación de los lobos españoles”.
“En España el lobo está en una situación nada favorable, por lo que es impensable que se pueda sacar de una situación de protección. Sería aberrante”, asevera Andrés Illana, portavoz del Grupo Lobo Euskadi. Luis Suárez repite: “La propia Comisión habla de la coexistencia con el lobo y este grupo de comunidades parece que quieren castigar al lobo, no convivir con él”.