Toronto (Canadá), 9 dic (EFE).- Canadá recibirá el lunes un primer envío de 30.000 dosis de la vacuna de Pfizer contra la covid-19, después de que el país se convirtiese este miércoles en el tercero del mundo, tras el Reino Unido y Baréin, en aprobarla tras confirmar su seguridad.
La ministra de Servicios Públicos de Canadá, Anita Anand, explicó que Pfizer enviará el viernes un primer lote de 30.000 dosis de la vacuna desde su planta de producción en Puurs (Bélgica) y que las autoridades canadienses prevén que lleguen a Canadá el lunes, 14 de diciembre.
Esas 30.000 dosis, que permitirán vacunar a unas 15.000 personas, ya que son necesarias dos dosis para conseguir la inmunización, serán distribuidas de forma proporcional a las provincias del país, que son las responsables de administrar el medicamento a la población.
Las autoridades canadienses indicaron que las primeras inoculaciones se podrían producir el 15 o el 16 de diciembre.
UN PRIMER LOTE HASTA LLEGAR A 249.000 EN 2020
Las 30.000 dosis que se esperan el lunes son el primer lote de un total de 249.000 de la vacuna de Pfizer que Canadá recibirá antes de que termine 2020, tal y como indicó el lunes el primer ministro, Justin Trudeau. En total, Canadá ha adquirido 20 millones de dosis de la vacuna de esta farmacéutica.
Además, Ottawa ha llegado a acuerdos con otras seis empresas que están desarrollando vacunas contra la covid-19, que supondrían un total de 414 millones de dosis para una población de alrededor de 38 millones de personas.
La ministra de Sanidad, Patty Hadju, declaró durante una rueda de prensa en Ottawa que el país está ya evaluando otras tres vacunas, que se espera que sean aprobadas en las próximas semanas, incluida la de Moderna, que tiene menos exigencias logísticas que la de Pfizer.
Las autoridades sanitarias destacaron que Canadá seguirá recibiendo “en oleadas” vacunas de Pfizer durante las próximas semanas y meses hasta llegar a los 20 millones de dosis contratados hasta el momento.
Anand se mostró convencida que el primer lote de Pfizer llegará el lunes sin problemas a Canadá, pese a que el trayecto desde Bélgica incluye una parada en Kentucky (EE.UU.) y después de que el presidente saliente estadounidense, Donald Trump, firmara ayer un controvertido decreto por el que los ciudadanos del país tendrán acceso prioritario a las vacunas contra la covid-19.
La ministra canadiense declaró que no esperan ningún problema con la llegada de las dosis: “Pfizer nos ha asegurado que los envíos no serán afectados por lo que está pasando en Estados Unidos. Tenemos confianza en que la compañía se asegurará que la vacuna llega al país”, dijo.
AUTORIZACIÓN RÁPIDA PERO SIN ATAJOS
Las autoridades canadienses reconocieron que la aprobación de la vacuna de Pfizer se ha producido con gran celeridad, más rápido que incluso que el proceso de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, en inglés) de Estados Unidos, pero aseguraron en repetidas ocasiones que no han tomado atajos para autorizarla.
El Ministerio de Sanidad de Canadá señaló que “los datos proporcionados apoyan favorablemente la eficacia de la vacuna contra la covid-19 de Pfizer-BioNTech, así como su seguridad”, y añadió que ha determinado que “cumple las estrictas normas de seguridad, eficacia y calidad del Departamento para su uso en Canadá”.
Las primeras 249.000 dosis de la vacuna de Pfizer permitirán inmunizar a 124.500 personas y las dosis serán distribuidas directamente por Pfizer a los 14 centros de distribución que Canadá ha establecido y que están equipados para mantener el medicamento a -70 grados centígrados.
Los expertos han recomendado a las autoridades canadienses que primero se inmunice a las personas con más riesgo de contraer la enfermedad (ancianos en residencias y hospitales, así como el personal que les atienden) y posteriormente a personas mayores de 80 años de edad.
El martes, el Reino Unido empezó la campaña de inmunización de su población con la vacuna de Pfizer: este miércoles, las autoridades británicas desaconsejaron el uso de esa vacuna en personas con alergias severas, después de que dos trabajadores sanitarios inmunizados con el suero sufrieran una reacción alérgica.