La ministra de Educación, Isabel Celaá, ha abogado hoy por priorizar la equidad en el sistema educativo para poder conseguir la excelencia, al mismo tiempo que ha señalado que con la educación se conseguirá “la emancipación de la pobreza”.
Lo ha dicho durante la inauguración de la jornada “Agenda 2030: el reto de una educación que cambie el mundo”, dentro del XLVII Congreso de la Federación Internacional de Fe y Alegría, en el que diversos expertos han destacado la importancia de una educación de calidad, equitativa e inclusiva para todas las personas.
La educación nos hace “más libres” y es “el eje del cambio”, ha subrayado la ministra, que en nombre del Gobierno ha felicitado a los organizadores de este encuentro.
Ha recordado que tras años “de parálisis”, el actual Ejecutivo ha dado un impulso a los compromisos de la Agenda 2030 y prueba de ello es la creación de un Alto Comisionado para cumplir esos Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas.
Por su parte, el arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, ha pedido que eliminemos “la anestesia de la indiferencia” que existe entre nosotros, especialmente para que la educación llegue a todo el mundo.
La educación es un “elemento esencial” para conseguir “un mundo digno, en paz y sin guerras”, según Osoro, que ha especificado que desde 1889 a 1998 ha habido 108 conflictos bélicos.
“Enseñemos a aprender a ser y a convivir” en un universo con diversidad cultural o religiosa, ha enfatizado el arzobispo
Al acto han acudido también, entre otros, el vicepresidente ejecutivo Entreculturas Fe y Alegría España, Daniel Villanueva; y el secretario de Estado de Cooperación Internacional y para Iberoamérica y el Caribe, Juan Pablo Laiglesia, que han apostado asimismo por una educación “inclusiva y de calidad”, en la que no se olvide el “ponderamiento de las niñas”.