La mayor parte de los 815 turistas españoles que aún quedan en Cuba ha decidido permanecer en la isla debido a sus vínculos familiares o sentimentales en este país, por lo que pese al cierre total de fronteras que entra en vigor mañana jueves, no se puede considerar que se encuentren “varados”.
El embajador español en La Habana, Juan Fernández-Trigo, explicó este miércoles en declaraciones a Efe que prácticamente todos los turistas que han querido volver a España ya lo han hecho, y puso como ejemplo las más de 300 plazas que quedaron libres en los tres últimos vuelos de Iberia entre la capital cubana y Madrid.
Precisamente ayer martes partió el último vuelo directo a España, que despegó poco después de que el Gobierno cubano anunciara que en 48 horas cerraría del todo sus fronteras aéreas y marítimas, salvo para operaciones de carga, abastecimiento o salida y retorno de misiones médicas.
CONTACTOS FAMILIARES
Los turistas españoles que quedan en la isla “son personas que tienen ciertos contactos familiares y que por tanto, aunque entran y son registrados como turistas, en realidad tienen unas condiciones de residencia un tanto particulares”, explicó el embajador.
Aunque esas personas entran en el país con visado de turista, no se trata del perfil de una persona que viene a Cuba de vacaciones, pero en muchos casos tampoco cumplen los estrictos requisitos de las autoridades cubanas para conceder un permiso de residencia temporal o permanente.
El 17 de marzo había en Cuba 2.435 turistas españoles, que se han ido marchando paulatinamente. Desde el pasado 24 de marzo ya no podían entrar turistas al país caribeño y los que quedaban están obligados desde entonces a permanecer en sus hoteles o alojamientos particulares.
Según los cálculos de la Embajada de España, en los hoteles permanecen unos 60 turistas de ese país. “El resto entendemos que están en casas particulares, de familiares”, indicó el diplomático.
“Estas personas tienen la obligación de quedar recluidos en sus lugares de residencia, no pueden pasear por la calle, mucho menos ir a la playa o visitar monumentos. Pero no vemos ninguna situación de preocupación ni de dificultad para haber permanecido en el país, porque esa era su voluntad”, precisó.
LLEGAR A TODOS LOS ESPAÑOLES
La Embajada y el Consulado General de España, en cualquier caso, han desarrollado en las últimas semanas una “intensísima” labor para llegar a todos los españoles registrados como turistas a su entrada a Cuba, y en todos los casos ha recomendado y animado a los viajeros a regresar a su país, informando asimismo de los vuelos programados.
A los que han decidido quedarse se les ha comunicado la decisión del Gobierno cubano de prorrogar los visados de turista por seis meses, “con lo cual están en una situación de perfecta legalidad”, subrayó Fernández Trigo.
En estos días la representación española en Cuba, que permanece abierta, ha atendido alrededor de 4.000 comunicaciones presenciales, telefónicas y a través de las redes sociales, y contactado directamente a unas 500 personas.
“El mensaje de la Embajada y el Consulado, donde ha habido un intensísimo trabajo de comunicación con los españoles, ha sido animarles a que salieran”, insistió el embajador, quien confió en poder seguir atendiendo “continuamente” a quienes han decidido quedarse.
Cuba confirmó este miércoles 26 nuevos casos de coronavirus SARS-CoV-2, lo que deja un balance de 212 positivos y seis muertes hasta el momento.
En aislamiento en instalaciones sanitarias permanecen 2.742 personas, de las que 1.740 son consideradas como sospechosas de portar la enfermedad. Otras 26.278 (861 menos que ayer) están aisladas de forma preventiva en sus hogares por presentar síntomas respiratorios o ser contactos de casos sospechosos.
Entre las personas ingresadas o en aislamiento sanitario hay cinco españoles, tres de ellos casos confirmados de COVID-19, la enfermedad causada por el patógeno SARS-CoV-2.
La Embajada y el Consulado también han prestado asistencia a los españoles ingresados en observación o tratamiento y ha facilitado la entrega de alimentos y efectos personales a los que se encuentran en el Instituto Pedro Kourí (IPK de La Habana).