Dos marchas ciudadanas piden la devolución “al pueblo” del patrimonio expoliado por el franquismo

Uno de los pilares de la naciente dictadura de Francisco Franco fue el uso de los derrotados como botín de guerra. Los golpistas se quedaron tierras, casas, empresas. Y también al menudeo: desde un burro a una máquina de coser. Dos iniciativas ciudadanas trazan el 10 de noviembre una línea de Galicia a Andalucía, del Pazo de Meirás al cortijo de Gambogaz, para reclamar la devolución de dos puntas del iceberg del patrimonio expoliado por el franquismo.

Meirás fue un obsequio que recibió con artimañas en 1938 el entonces cabeza visible de la rebelión militar contra el Gobierno de la Segunda República: Franco, que acumuló una fortuna con un entramado corrupto. La finca sigue en poder de la familia del militar golpista, que la tiene en venta. Como Gambogaz, una tierra agrícola que recibió el sublevado Gonzalo Queipo de Llano como “regalo” por “salvar Sevilla del dominio rojo”, según sus descendientes.

El Gobierno de España ha encargado un informe jurídico para buscar la fórmula de recuperación del Pazo. La restitución de los bienes usurpados a los vencidos es una de las claves memorialistas que pretende desbloquear el Ejecutivo de Pedro Sánchez, como confirmó a eldiario.es el director general de Memoria Histórica, Fernando Martínez. Y el Parlamento gallego acordó por unanimidad echar a los nietos del dictador de un espacio gestionado por la Fundación Franco, el lobby señalado por Europa como referente de la excepción española con el fascismo.

Por su parte, el cortijo de la localidad de Camas está en poder de la familia de Queipo. En agosto, el SAT organizó una ocupación simbólica como homenaje a Blas Infante, Padre de la Patria Andaluza, asesinado por los fascistas y todavía enterrado en una fosa común. En septiembre se organizó la Plataforma Gambogaz que sigue los pasos de la lucha ciudadana por recuperar el Pazo de Meirás. Mientras, el golpista que organizó el genocidio franquista en el Sur y animaba a matar y violar a las mujeres (“no se van a librar por más que berren y pataleen”, decía desde los micrófonos de Radio Sevilla), continúa enterrado en una iglesia de Sevilla.

“Al pueblo lo que es del pueblo”

La cita gallega será la 5ª Marcha Cívica por la Devolución del Pazo de Meirás, convocada por la Comisión por la Recuperación de la Memoria Histórica de la Coruña (CRMH) con el apoyo de la Diputación coruñesa y el Ayuntamiento de Sada. Arranca a las 12 horas en el Monumento as Vítimas da Represión Franquista del paseo marítimo de Sada (A Coruña), localidad donde está ubicado el palacete que fuera propiedad de la escritora Emilia Pardo Bazán. Una hora más tarde está previsto que los manifestantes lleguen al Pazo.

Después de años explicando el “expolio continuado”, la CRMH dice haber roto el “mito del supuesto regalo del pueblo” a Franco. Los “frutos” de la lucha ciudadana son los informes históricos y legales encargados por la Xunta de Galicia y la Diputación de A Coruña que indican “la nulidad del título de propiedad de 1941” a nombre de Franco y que demuestra que el contrato “fue una simulación fraudulenta”.

La primera marcha a Meirás fue el 19 de noviembre de 2005, “en vísperas del 30 aniversario de la muerte del dictador”. Reclamaban “el regreso del palacio al patrimonio público”, como las “movilizaciones cívicas” de años posteriores: “devolver a pueblo lo que es del pueblo”.

Porque la supuesta donación fue en el año 38, como Jefe de Estado, y Meirás fue luego fue usado como residencia oficial de Franco y mantenido con fondos estatales durante la dictadura, hasta 1975. Es, por tanto, “un edificio público”. O el acuerdo del Parlamento gallego, que insta al Estado a iniciar acciones legales y recuperar el Pazo sin coste para las arcas públicas, “sin que esto implique un nuevo coste para los gallegos”.

'Gambogaz para el pueblo'

En Andalucía, el mismo sábado día 10 a las 11 horas, la concentración empieza en la plaza del Ayuntamiento de Camas. Una hora después se inicia una marcha al cortijo que irá encabezada con un lema: 'Gambogaz para el pueblo'.

En las tierras expoliadas, la Plataforma Gambogaz hará lectura de un manifiesto. “Sesenta años después de la muerte de este asesino [el golpista Queipo de Llano], 43 años después de la muerte del dictador, es una vergüenza que el cortijo de Gambogaz siga en manos de los herederos del criminal de guerra”, dice el texto, al que ha tenido acceso este periódico.

La situación supone una anomalía “sin precedentes en un estado democrático y una ofensa a las víctimas de la represión”, añaden. Los convocantes exigen “que este patrimonio sea devuelto al pueblo”. Un extremo para el que piden que se involucre “la Junta de Andalucía, al Ayuntamiento de Sevilla y al de Camas” para que estas instituciones “unan sus esfuerzos y recursos” para convertir el espacio en una suerte de museo de la Memoria Histórica en suelo andaluz.