Los insultos racistas a Nico Williams en el Cívitas Metropolitano quedan en nada. El Comité de Apelación de la Real Federación Española de Fútbol ha estimado el recurso del Atlético de Madrid y ha anulado la clausura parcial de su estadio y la multa de 20.000 euros porque “el Club actuó con la mayor de las diligencias posibles”.
La resolución de Apelación hace referencia al artículo 15 del Código Disciplinario, que regula el régimen de responsabilidad disciplinaria de los clubes deportivos para el supuesto en el que, con ocasión de un partido, “se profieran cánticos o insultos violentos, racistas, xenófobos o intolerantes”, estableciendo el Código Disciplinario que el Club organizador “incurrirá en responsabilidad (...) salvo que acredite el cumplimiento diligente de sus obligaciones y la adopción de las medidas de prevención exigidas por la legislación deportiva para evitar tales hechos o mitigar su gravedad”.
“Este Comité considera que el Club [el Atlético de Madrid] ha desplegado, tanto desde el punto de vista de la prevención como de la reacción, medidas que acreditan un comportamiento de la máxima diligencia posible, sin que quepa apreciar la existencia de otras medidas que pudieran haber sido adoptadas para evitar tales hechos (medidas preventivas) o mitigar su gravedad (medidas reactivas)”, establece el organismo.
Una infracción “muy grave”
El árbitro Juan Martínez Munuera recogió la acción en el acta del encuentro, disputado el pasado 27 de abril en el Cívitas Metropolitano. “En el minuto 36 de partido aproximadamente, cuando el juego se debía reanudar con saque de esquina a favor del Athletic Club”, escribió el colegiado, “se escuchó desde la grada fondo sur un sonido imitando a un mono 'UH, UH', siendo escuchado por el árbitro asistente número uno, al mismo tiempo que el dorsal número 11 del Athletic Club, Nico Williams”.
El Comité de Competición calificó la infracción como “muy grave”. En consecuencia, estipuló que el campo del conjunto madrileño no podría contar con espectadores en la misma grada desde la que se insultó al jugador del equipo bilbaíno. Asimismo, el organismo también exigió que el Atleti muestre en esta grada un mensaje en el que se condenen expresamente “los actos y conductas violentas, racistas, xenófobas e intolerantes en el fútbol y apoyo al juego limpio”.
“El Atlético de Madrid está en contra de cualquier acto de racismo”
La resolución de la Federación recoge las medidas tomadas por el Atlético de Madrid y que contribuyen a anulación de la multa y el cierre del Metropolitano. Según el Director de Partido, el equipo rojiblanco exhibió cartelería en prevención del racismo y la xenofobia, emitió un mensaje antiviolencia por megafonía instantes previos al partido y publicó un mensaje en Twitter (ahora X) media hora después de activarse el protocolo antirracismo, con el siguiente texto: “El Atlético de Madrid está en contra de cualquier acto de racismo o de odio.
El individuo que profirió los cánticos racistas fue localizado a través de las cámaras del estadio, monitorizadas desde la UCO, y fue posteriormente identificado y propuesto para sanción por la Policía Nacional una vez finalizado el encuentro. Asimismo, según anunció el club en un comunicado, el socio fue “suspendido cautelarmente con carácter indefinido como presunto responsable de un grito racista”.
“Es una pena que pasen estas cosas a día de hoy”, dijo Nico Williams en una entrevista en La Resistencia tres días después de los gritos, que añadió: “Más que por mí miro por los más indefensos. Al final, yo soy futbolista, algo que siempre he soñado ser, pero para los más chavales y gente que está más desprotegida es peor”.