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La Complutense archiva el expediente de los gritos machistas del colegio mayor Elías Ahuja por “falta de competencias”

Laura Galaup

29 de mayo de 2023 01:41 h

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El expediente abierto por la Universidad Complutense de Madrid (UCM) tras los cánticos machistas de jóvenes del colegio mayor Elías Ahuja ha quedado en nada. Desde las ventanas del centro se insultó a las alumnas de una residencia universitaria vecina al grito de “putas” y “ninfómanas”. El vídeo se viralizó en octubre. En ese momento, el rectorado aseguró que iniciaría una investigación “para analizar lo ocurrido” y “dirimir responsabilidades”. Finalmente, no ha promovido ninguna actuación sancionadora. 

El colegio mayor Elías Ahuja es un centro masculino adscrito a la UCM. A pesar de esa vinculación, la Universidad ha concluido que no tiene competencias “para el ejercicio de potestades tanto inspectoras como sancionadoras respecto de un centro privado no sometido a la Ley de Convivencia Universitaria y en el que el único colegial identificado no pertenece al alumnado de la Universidad Complutense”, según la información reservada impulsada por el Rectorado y a la que ha accedido elDiario.es a través de la ley de transparencia. “No ha lugar a la apertura de la actividad inspectora dada la imposibilidad material de identificar a los responsables”, consideran en la Universidad. 

“Putas, salid de vuestras madrigueras como conejas... Sois unas putas ninfómanas, os prometo que vais a follar todas en la capea, ¡vamos, Ahuja!”, se oía en el vídeo que ha dado lugar a esta investigación. Después de que uno de los alumnos entonase esos cánticos despectivos, se levantaron a la vez las persianas de las habitaciones de las siete plantas de una de las fachadas y los jóvenes asomados comenzaron a gritar.

La Fiscalía también archivó la investigación

Con la viralización de estas imágenes, la UCM no fue la única institución que anunció que se movilizaba. La Fiscalía también investigó esos gritos. En abril, concluyó que las expresiones proferidas no encajaban en los supuestos que requiere el delito de odio. Si bien el Ministerio Público archivó la investigación, sí reseñó que los hechos analizados eran “irrespetuosos e insultantes para las mujeres” y los cánticos emitidos desde las ventanas del colegio mayor constituían “un ataque a la dignidad individual o colectiva” de las compañeras de la residencia vecina, el Colegio Mayor femenino Santa Mónica.

Los gritos machistas del alumnado del Elías Ahuja pusieron en el foco el modelo de colegios mayores, segregados por sexos y adscritos a universidades públicas. Gracias a esa vinculación, que les permite integrarse en la figura de colegio mayor, estos centros tienen acceso a exenciones fiscales, a las instalaciones deportivas de los campus o a asentarse en suelo propiedad de las universidades.

Los colegios mayores ya no pueden segregar por sexo

La polémica que se desató por estos gritos ha impactado en la normativa educativa. A petición de Más País, la Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU), aprobada en marzo, ya no permite a los colegios mayores que segregan por sexo adscribirse a universidades públicas.

El Colegio Mayor Elías Ahuja es un centro privado dependiente de los Agustinos. Este tipo de residencias “tienen personalidad jurídica propia y diferente de la UCM”, aclara la vicerrectora de estudiantes en las conclusiones del procedimiento de información reservada, emitidas en noviembre. Aunque sea un centro adscrito de la Complutense, no está sometido jerárquicamente al Rectorado que dirige Joaquín Goyache. Asimismo, está excluido de la Ley de Convivencia Universitaria por ser una entidad privada. 

La UCM es la propietaria de la parcela 5.215 metros cuadrados del terreno sobre el que se asienta este colegio mayor. El terreno fue cedido por primera vez para este fin en 1968. En 2020 se otorgó una nueva concesión demanial que se prolongará hasta 2070, siempre que la LOSU no afecte al acuerdo firmado hace tres años. 

54.180 euros al año por el suelo y los servicios de la UCM

El convenio firmado entre la Universidad y la Orden de San Agustín estipula que el colegio mayor debe abonar anualmente al Rectorado “una cuota anual de 54.180 euros” por “la concesión de uso de la parcela y por el acceso a los servicios de la UCM”.  Esa cantidad se actualizará “en enero de cada año en función del Índice de Precios de Consumo (IPC)”, según la documentación consultada por esta redacción. Para hacer frente a este último año, la congregación ha abonado 69.685 euros, tal y como exponen fuentes oficiales de los agustinos. 

Con el objetivo de responder a la petición de información impulsada por la UCM, el colegio mayor también analizó lo sucedido. Tras consultar el vídeo que se difundió por redes sociales, detallaron así las conclusiones a las que llegó la dirección: “Un colegial a través de la ventana de una habitación dirige una serie de insultos hacia el Colegio Mayor Santa Mónica. A continuación, un número indeterminado de estudiantes abren las persianas y entonan de forma conjunta una canción que hace alusión a nuestro centro”. Y añaden: “En dicha canción, no parecen encontrarse insultos ni expresiones soeces”. 

De todos los participantes, el colegio mayor únicamente ha identificado a la persona que inició los cánticos y “profirió los insultos”. Es el único que ha sido castigado por estos hechos. Fue expulsado temporalmente del centro, se le ha expulsado del consejo colegial y le han retirado la beca del 50% que tenía concedida.

Como este alumno no está matriculado en la UCM, la Universidad no toma ninguna medida en su contra. Sin embargo, cuando el Rectorado hizo pública su decisión de investigar estos hechos aseveró que trabajarían de “manera coordinada con el resto de las universidades para aplicar sanciones a los colegiales involucrados”.

Investigación “infructuosa” del colegio mayor

“En relación con el resto de los alumnos, no hemos tenido conocimiento de que dirigiesen ningún tipo de insulto o expresión soez. Con independencia de ello, comenzamos la indagación para esclarecer quiénes habían participado”, explicó la dirección del Elías Ahuja a la Complutense en un documento remitido en octubre a la Universidad. 

A pesar de estas pesquisas, esta “investigación ha sido infructuosa” –añaden en el informe consultado por esta redacción– por varios motivos: la “extrema brevedad de los hechos”, “la poca calidad del vídeo difundido” en redes sociales impide identificar a los participantes y la ausencia de cámaras de seguridad en los pasillos tampoco ayudó a saber quién había formado parte de los hechos investigados. 

Ante la imposibilidad de localizar a los que formaron parte de la acción investigada, el colegio optó por obligar a todos aquellos colegiales que estuvieron el día en el que se lanzaron los gritos machistas en el centro a pedir disculpas a las residentes y a la dirección del colegio Santa Mónica; acudir a conferencias para educar en igualdad y participar en voluntariados.

En ese informe, la dirección del colegio mayor se compromete a modificar el “reglamento de régimen interior para incluir de forma más explícita las consecuencias de expulsión en caso de existir” manifestaciones discriminatorias. En conversación con elDiario.es, fuentes oficiales de la orden religiosa aseguran que han mantenido en todo momento a la universidad al tanto de la investigación que estaban realizando.

Con el objetivo de informar también a los padres de los colegiales, los agustinos enviaron una carta a las familias. En ella realizaban un recorrido de los hechos y exponían su esperanza por alejarse del foco mediático: “Poniéndonos en manos de la Providencia y de Nuestro Padre San Agustín estamos convencidos de que trabajando juntos, Consejo de Dirección, colegiales, personal del centro y familias superaremos esta situación”.