El Congreso aprueba la Ley de Cambio Climático, que obliga a reducir casi a cero las emisiones de gases de efecto invernadero

Raúl Rejón

8 de abril de 2021 15:25 h

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El Congreso de los DIputados ha aprobado este jueves la ley de Cambio Climático de España. La norma marcha ahora hacia el Senado para su trámite definitivo. El texto, que entró en las Cortes en mayo de 2020, se ha estudiado por procedimiento especial por lo que ha sido aprobado en la Comisión de Transición Ecológica sin necesidad de ir al Pleno. El articulado ha recibido 22 votos a favor, 5 en contra y 10 abstenciones de los 37 miembros de esta comisión. El camino legislativo está casi culminado desde que el Gobierno declarara la emergencia climática en España en enero de 2020.

Tras pasar por el Consejo de Ministros y una vez negociadas y votadas las más de 700 enmiendas que se han ido presentado al proyecto presentado por el Gobierno, los grupos han cerrado casi por completo el articulado por lo que no esperan grandes vaivenes en su paso por la Cámara Alta. El presidente de la comisión, el diputado de Unidas Podemos Juantxo López de Uralde ha calificado la ley como “ambiciosa” y “una de las fundamentales de la legislatura”. Ha contado con el apoyo de ERC, Bildu, PNV y Teruel Existe, además de los partidos que sustentan al Gobierno, PSOE y Unidas Podemos. Finalmente, Más País-Equo, que ha calificado repetidamente el proyecto de “poco ambicioso”, se ha abstenido.

La ley marca la senda para que España tenga emisiones netas cero en el año 2050. En 2030, las emisiones han de caer un 23% respecto a lo eran en 1990. No significa que no se lancen gases de efecto invernadero sino que las emisiones sean los suficientemente bajas como para que queden absorbidas en los llamados sumideros como son los bosques. Actualmente, esa absorción es de un 10% por lo que la reducción deberá ser, necesariamente, muy cuantiosa. El articulado establece que, a mitad de siglo XXI, el 100% de la electricidad en España se produzca con fuentes renovables. Existen algunos puntos intermedios como el año 2030 en el que, al menos, el 74% de esa electricidad deberá ser ya limpia.

La reduccion de gases en la atmósfera es la fórmula para intentar detener el calentamiento global del planeta que produce el cambio climático. El Panel Internacional de Expertos Científicos (IPCC) ha destacado la gran diferencia que supone parar el calentamiento planetario en 1,5ºC grados respecto a la época pre-industrial en lugar de los 2ºC, límite máximo admitido en el Acuerdo de París. El mismo organismo ya ha avisado de que las emisiones globales deberían caer a la mitad en los próximos diez años para alcanzar ese objetivo.

La norma para conseguir por ley esa rebaja de emisiones de gases en España implica nuevas maneras, no solo, de generar energía, sino también de producción, transporte y construcción de viviendas. Además, supone que se activen mecanismos para adaptar y amortiguar los efectos negativos que el cambio climático produce actualmente en España. A la vez, debe atenderse a las poblaciones que pueden verse perjudicadas en cuanto a su actividad económica por estos cambios como puede ser las zonas de extracción de carbón o allí donde funcioaban centrales térmicas de electricidad.

La tramitación de la ley sirvió, además, para que el Pleno del Congreso desdeñara oficialmente el negacionismo climático exhibido por el grupo parlamentario de VOX que presentó una enmienda a la totalidad (es decir, pretendía que ni siquiera se estudiara el texto) en julio de 2020. Fue rechazada por casi todos los diputados. Solo les siguió el representante de Foro Asturias. Nueve meses después de aquel primer debate, la ley sale con el visto bueno del Congreso.