Los organizadores del II Congreso Capital del Columnismo que se celebrará los días 18, 19 y 20 de octubre en León han justificado que en el avance de ponentes hayan escogido un cartel de 12 hombres y ninguna mujer: el encuentro tendrá, al menos, cuatro columnistas femeninas, entre los 25 o 27 totales, cuentan. En el mejor de los casos, un porcentaje del 16%.
“Nosotros no somos machistas, como se ha dicho, pero no trabajamos con cuotas”, cuenta el periodista Jorge Francés, uno de los encargados, a eldiario.es. El anuncio del congreso desató un huracán en el que periodistas y escritoras fueron las primeras en señalar en las redes sociales el tinte machista de la selección de ponentes, pero detrás de ellas llegó una cascada de opiniones masculinas en el mismo sentido. ¿Dónde están las columnistas?
El congreso lo organiza la Fundación Godofredo Garabito y Gregorio, creada por Guillermo Garabito, el nieto del escritor, político e historiador vallisoletano. “Hemos pecado de inocentes. Estábamos tan contentos con el cartelazo que hemos conseguido en esta segunda edición, que quisimos dar un avance”, argumenta Jorge Francés como razón para publicitar una lista exclusivamente masculina. Entre los elegidos, están Raúl del Pozo, Juan Cruz y Manuel Vicent.
Sobre la falta de mujeres, aduce ignorancia y asegura que era un “detalle” del que no fueron conscientes. “En realidad en ese cartel iban a ir dos, pero se cayeron en el último momento por problemas de agenda. Claro que hemos contactado con mujeres, con muchas, pero no las tenemos confirmadas”. Con todo, la proporción de mujeres que prevén es mínima.
“Un trozo de carne”
La columnista Lorena G. Maldonado fue la protagonista involuntaria de la primera edición de este encuentro celebrado en Valladolid. No fue invitada a ese primer congreso ni lo ha sido al segundo. Pero Maldonado fue mencionada por Ricardo F. Colmenero en una columna titulada Cita a ciegas. Allí, uno de los alumnos asistentes al congreso había manifestado que se matriculó en periodismo, junto con cuatro amigos, por “lo buena” que estaba Maldonado. Colmenero calificó la frase como “la más canalla” y se unió al colegueo admitiendo que él se había enamorado “de los pechos de una oyente”.
El resto de su columna versaba, no sobre las conclusiones del congreso, sino de las pocas copas que habían aguantado él y sus compañeros, de cómo habían hecho huir a unas estudiantes de Erasmus en un bar y de las miradas a las medias de rejilla de la camarera. La columnista ha relatado este episodio en un artículo titulado 'Cuando fui un trozo de carne' en un congreso de columnismo publicada en The Objective.
Además de la falta de compañeras en ese congreso, Maldonado lamenta a este medio la escasa pluralidad ideológica. “Hay menos columnistas mujeres en las redacciones, el problema nace de ahí, pero es que además en el congreso hay un grupo de seguidores de Umbral que crea un núcleo duro, no hay pluralidad ideológica”, afirma.
“Al final lo que hay allí es un grupo de grandes firmas y de columnistas pseudoliterarios que es muy similar al del año pasado –repiten muchos–. Es un grupo de colegas”, comenta. Esa idea la refrenda el mismo Garabito al contestar sobre cómo surgió la idea del congreso.
En una entrevista de marzo pasado en el blog El Reverso respondía a la pregunta “¿Qué hiciste para reunir a tantos columnistas de primer nivel?: Echarle mucho morro. Son compañeros de profesión y con casi todos había tratado por una u otra razón. Era una buena oferta para juntarse a comer y a beber”.
El congreso cuenta con financiación pública. Entre las entidades colaboradoras están el Ayuntamiento de León y la Diputación provincial además de la Universidad leonesa y la Asociación de Periodistas. Ni el Ayuntamiento ni la Diputación de León han querido precisar cuánto dinero público destinan al congreso. “No vamos a hablar de algo que no está cerrado”, han contestado a este medio. Maldonado subraya que “cuando una iniciativa se paga con dinero público, tiene que haber pluralidad ideológica y de género, y no es el caso”, añade.
El temor de los organizadores es que las instituciones retiren su apoyo económico porque, aunque los ponentes no cobran, insisten, necesitan cubrir gastos porque sí se les paga el viaje y la estancia en la ciudad. El acto cuenta con una contribución económica de la Fundación Francisco Umbral.
Valladolid se borró
En su primera edición el congreso llevaba el nombre de Valladolid Capital del Columnismo. La idea era que se celebrase siempre en esa ciudad. “No hemos obtenido ningún apoyo este año y por eso hemos optado por León. Su alcalde, Antonio Silván, está encantado de que a partir de ahora se celebre allí cada año”, dicen.
La que primero se salió de la iniciativa fue la Asociación de Periodistas de Valladolid. “Éramos organizadores (en ese momento Jorge Francés era el presidente de la asociación) y este año consideramos que debíamos ser colaboradores. La Fundación Godofredo Garabito no lo aceptó”, cuentan desde la Asociación.
La dirección del congreso repite que en 2016 hubo 14 columnistas hombres, dos columnistas mujeres y dos académicas, profesoras universitarias, sobre la materia.
“Bueno también pusimos moderadoras en las mesas”, justifica Francés. Para reconocer el tirón de las columnistas, afirma que tanto Rosa Belmonte (ABC) como Emilia Landaluce (El Mundo) “fueron las estrellas el año pasado”. “Estamos pendientes de que más escritoras con las que hemos contactado nos confirmen”, insiste.
También ha salido a la palestra a defender el congreso uno de los ponentes, tanto de la edición del año pasado como de esta, Jorge Bustos (jefe de Opinión de El Mundo), que escribió un artículo llamado Contra el columnismo, que arrojaba aún más dudas sobre el papel de las mujeres.
La columna destaca que Guillermo Garabito “llamó a varias mujeres columnistas de justa fama”. Unas no pudieron confirmar su presencia “o declinaron la invitación porque no querían coincidir con según qué nombres”. Bustos fue más allá: “Algunas adujeron razones que Garabito es demasiado caballero para hacer públicas, según reclamaría la moda actual”. Este diario intentó conocer esas razones. Ni Bustos ni la organización quisieron concretarlas.
Mientras, Francés y Garabito, intentan cerrar un listado de ponentes “con mujeres y hombres”, que podrían hacer público el miércoles. Su intención es zanjar la polémica que, según ellos, viene del “error” de avanzar un cartel compuesto sólo por hombres.