Cronología del vertido de pellets que ha invadido la costa norte de España

elDiario.es

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Han pasado un mes y dos días desde que el oleaje atlántico volcó al mar un contenedor con millones de microbolas de plástico que se han extendido rápidamente por toda la costa norte española. Los pellets han llegado a Galicia, Asturias, Cantabria y Euskadi. Esta es una cronología de los hechos:

8 de diciembre

El buque Toconao, con bandera de Liberia, pierde seis contenedores de mercancías a 80 kilómetros del municipio portugués de Viana do Castelo. Uno de ellos estaba lleno de sacos de pellets de plástico. La empresa propietaria del buque es Polar 3 Ltd, con sede en Bermudas, un paraíso fiscal, aunque como dirección ofrece la de otra sociedad, Columbia Shipmanagement Ltd, con sede en Chipre.

A las 4.40 horas, el barco avisa por radio de que se han volcado al mar los contenedores sin especificar qué llevan dentro. El mensaje es detectado por el Control de Salvamento Marítimo de Finisterre, según fuentes del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible. La incidencia se comunica por el riesgo que puede suponer para la circulación. Se trata de un aviso relativo, por tanto, a la seguridad, no a la peligrosidad del vertido. El mismo buque informa también por correo electrónico a Finisterre y al control de Lisboa de la incidencia. Este email, al que ha tenido acceso elDiario.es, asegura que la tripulación está a salvo, que el barco también lo está y que no hay mercancías peligrosas: “No IMDG” (International Maritime Dangerous Goods). Los pellets de plástico aún no han sido incorporados a este catálogo de la Organización Marítima Internacional.

Las autoridades portuguesas, de acuerdo con las mismas fuentes ministeriales, realizan también un aviso a través de la Agencia Europea de Seguridad Marítima (EMSA) que llega a España en la misma línea: el riesgo es para la navegación ante un posible choque de barcos con los contenedores.

13 de diciembre

Una persona encuentra los primeros pellets en una playa de Vilar en Ribeira (A Coruña). Están en unos sacos de rafia y también hay bolas sueltas. El Centro de Control de Salvamento de Finisterre indaga el origen de las bolas de plástico en el litoral. Paralelamente, el servicio del 112 en Galicia, que depende de la Xunta, informa a las 15.32 horas a Salvamento Marítimo de este acontecimiento. Una hora después se produce otra comunicación, a cuyo contenido ha tenido acceso elDiario.es, que explica que el personal del ayuntamiento ha estado limpiando la playa.

En los días siguientes se hallan más bolas de plástico en el interior de la ría de Muros y Noia, en la parte sur. Concretamente en puntos del municipio Porto do Son.

20 de diciembre

Los gestores del buque avisan por correo electrónico a Control Marítimo de Finisterre de que uno de los contenedores tiene pellets de plástico. El resto lleva neumáticos, metales o tomate, según el email al que ha podido acceder elDiario.es. Se comunica la información a la Capitanía Marítima de Villagarcía de Arousa, que a su vez avisa a la Delegación del Gobierno, y al Servicio de Guardacostas de la Xunta de Galicia.

26 de diciembre

Protección Civil de la Delegación del Gobierno recibe información de que hay pellets en el parque natural de Corrubedo –competencia de la Consellería de Medio Ambiente– y se pone en contacto con el responsable del parque para darle el contacto de la empresa naviera, que debería asumir el coste de la limpieza, según el Gobierno. Al día siguiente, personal de la Consellería de Medio Ambiente pide más información al citado departamento de Protección Civil.

3 de enero

Aparecen pellets en Muros, al norte de la ría. En las jornadas posteriores se extienden hacia el norte y el noroeste en puntos de toda Galicia: llegan a la Costa da Morte, A Coruña y la Mariña de Lugo.

El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, aseguró que este día fue el primero que tuvieron una comunicación del Gobierno central sobre el asunto, entre acusaciones al Ejecutivo por “falta de información”.

4 de enero

La alcaldesa de Muros, María Lago, se queja de que solo tiene disponibles dos trabajadores para recoger las diminutas bolas.

5 de enero

La Xunta de Galicia activa el Plan Territorial de Continxencias por Contaminación Mariña Accidental (Camgal) por el vertido de millones de pequeñas bolas de plástico. El Gobierno regional mantiene el nivel 1, el mínimo, una vez superada la fase de alerta. Este estadio se corresponde con un “episodio de contaminación de pequeña gravedad y extensión” e implica la coordinación de los ayuntamientos con las autoridades autonómicas, que deben enviar efectivos.

6 y 7 de enero

Grupos de voluntarios se organizan para retirar por su cuenta los pellets de las playas.

8 de enero

El Gobierno gallego se niega a elevar el nivel de alerta. El estadio 2 permite que los medios del Estado presten ayuda en las labores de limpieza. La Xunta sostiene que las bolas “no son tóxicas ni peligrosas” aunque, a renglón seguido, dice que “es plástico y hay que quitarlo de los arenales”. Esta afirmación se basa en un informe de poco más de una página, al que ha accedido elDiario.es. Está firmado por Santiago García Pardo, un técnico experto en reciclaje de plásticos que trabaja para la empresa Valtalia.

El mismo día, la Fiscalía de Medio Ambiente abre diligencias de investigación sobre el vertido y alerta de “indicios de toxicidad” de las bolas que invaden la costa porque “no son biodegradables y no pueden eliminarse”. Esta unidad ya abrió expediente de seguimiento el pasado 4 de enero tras haber tenido noticia de la existencia de microplásticos en playas y rocas desde Espiñeirido (A Coruña) hasta el faro de Corrubedo. La Comisión Europea también advierte de los “impacto adversos” de los microplásticos como los que han inundado las costas gallegas suponen para el medio ambiente. Tanto la Unión Europea como la ONU están preparando regulaciones para atajar el peligro que suponen estos vertidos.

Los millones de microbolas de plástico siguen extendiéndose hacia el este por la costa y alcanzan Asturias. Aparecen en Castropol, Navia y Muros de Nalón. El Gobierno regional, presidido por Adrián Barbón (PSOE), activa el Plan Territorial de Contingencias por Contaminación Marina Accidental (Placampa). Cantabria, por su parte, activa la preemergencia ante la previsión de lo que viene.

9 de enero

Asturias salta al nivel 2 de emergencia tras la llegada generalizada de los microplásticos a sus arenales. La Xunta de Galicia rectifica y declara también el segundo nivel que permite solicitar apoyos marítimos y movilizar medios de los ministerios de Transportes y Transición Ecológica. Un día antes, el presidente gallego afirmaba: “Quien quiera ayudar, que ayude”.

Desde Galicia se pide que “se trabaje en el mar para impedir que los cientos de sacos que estarán en el mar probablemente lleguen a la costa”. “Son competencias exclusivas del Estado”, dijo Rueda. La vicepresidenta tercera y responsable de Transición Ecológica, Teresa Ribera, anunció que su departamento se ponía “manos a la obra”.

Los pellets que soltó el barco a 80 kilómetros de Viana do Castelo llegan a Cantabria. Inspección Pesquera confirma que ha visto microplásticos en la playa de Portio y el PSOE de Santander alerta de que también han llegado a los arenales de la ciudad. El Gobierno autonómico, dirigido por María José Sáenz de Buruaga (PP), eleva también el nivel 2 del Plan Territorial de Emergencias de Protección Civil (PLATERCANT) para poder solicitar la intervención del Gobierno central en alta mar. La presidenta cántabra ha acusado al Gobierno de inacción: “Si los pellets llegan a la costa es porque nadie los ha interceptado en el mar, donde la intervención es competencia exclusiva de la administración central”.

A última hora de la tarde, se pone en alerta también Euskadi. El instituto Azti está investigando en los laboratorios de Derio plásticos recogidos en la zona de La Arena, en Muskiz, una de las primeras playas de Bizkaia tras pasar Cantabria. Las simulaciones realizadas calculaban que los microplásticos llegarían más tarde.

Ecoloxistas en Acción registra una demanda penal contra la empresa propietaria del buque Toconao por un delito contra el medio ambiente y los recursos naturales. Sostiene que los efectos se han detectado en una decena de espacios protegidos del litoral y que hay “daños sustanciales a la calidad del agua, a los suelos de las playas, animales y plantas de esos ecosistemas, además del riesgo de perjuicios a la salud”. Pide a la Justicia que le imponga al armador una caución de no menos de 10 millones de euros para garantizar que asume el pago por las labores de limpieza, que en vertidos similares ocurridos en otras partes del mundo han tomado meses o años.