La llovizna que ha caído al alba en Cuenca ha obligado a acortar la procesión Camino del Calvario, conocida con el nombre de “Las Turbas”, cuyos integrantes han vuelto a llenar las calles de la ciudad con el sonido de sus broncos tambores y sus clarines destemplados.
La procesión, la más emblemática de la Semana Santa de Cuenca y declarada de Interés Turístico Internacional, ha partido como estaba previsto a las 5:30 horas de la madrugada desde la iglesia de El Salvador y ha transcurrido inicialmente por su itinerario habitual, aunque unas tres horas después las hermandades que componen la procesión han decidido acortar el recorrido por la lluvia, que ha arreciado a intervalos.
Y aunque no se ha podido escuchar el tradicional miserere frente a la iglesia de San Felipe Neri, sí ha temblado el suelo con los clarines en el monumento a Las Turbas en el casco histórico.
Además de los “turbos”, unos 2.400 acreditados este año que acompañan a Jesús Nazareno (o Jesús de las Seis) camino de su crucifixión, Jesús y la Verónica, además de los capuces verdes de San Juan Evangelista y la hermandad de Nuestra Señora de la Soledad de San Agustín.
Las “turbas”, que da el sobrenombre a la procesión, son un numeroso grupo de personas que abre el desfile procesional en una representación “o rememoración piadosa y popular” de las multitudes que insultaban e increpaban a Jesús, cuando iba camino de su crucifixión.
La participación de los “turbos” convierte a esta procesión en la más singular de la Semana Santa de Cuenca y la única de sus características que se celebra en España.
Como es habitual, han guardado un respetuoso silencio cuando han llegado los pasos de El encuentro de Jesús con la Virgen y de Nuestra Señora de la Soledad, de San Agustín, con cuya entrada en la iglesia ha finalizado el desfile procesional, poco antes de las 10:30 horas, unas dos horas antes de lo que estaba previsto.
Con más de cuatro siglos de historia, “Las Turbas” han procesionado por primera vez este año tras la concordia alcanzada con la Junta de Cofradías de la Semana Santa y el Obispado de Cuenca.
Ahora, tienen más representación en la institución nazarena, que ya les reconoce personalidad jurídica en el actual reglamento.
Otra de las novedades de esta procesión ha sido que La Verónica ha estrenado un nuevo paño con el rostro de Jesús que ha sido pintado con su propia sangre por el artista Emilio Morales.
La procesión Camino del Calvario es la primera de este Viernes Santo, y a ella le siguen En el Calvario y el Santo Entierro, que podrían sufrir cambios en su recorrido por las previsiones de lluvia e incluso nieve de las próximas horas.
Las tres conforman más de veinte horas de procesiones cada Viernes Santo en Cuenca, momento en el que la ciudad cada año duplica o casi triplica su población, y que este año ha transcurrido en la madrugada sin que haya habido incidentes reseñables, según han informado a Efe fuentes del Ayuntamiento.