Pocas veces se ha removido tanto la momia de Franco. El 20N de 2018 es el aniversario más agitado desde que el dictador muriera en la cama en 1975. Un cumpleaños fatal que mezcla las misas en un puñado de iglesias y el ardor de los nostálgicos del franquismo con la apuesta del Gobierno de España: exhumar los restos del golpista y no permitir que su cadáver se inhume en la catedral de Madrid, La Almudena.
Y, más allá del desentierro de Francisco Franco (Ferrol, 1892 – Madrid, 1975) aprobado por el Congreso –sin el voto favorable de PP y Ciudadanos–, hay otras claves que mantienen en tenguerengue al embalsamado dictador. Como la reforma de la ley de Memoria Histórica que prevé evitar un nuevo entierro en el centro de Madrid, la ilegalización de la Fundación Franco, la creación de una Comisión de la Verdad o el melón por calar del expolio a los derrotados, con la punta del iceberg del Pazo de Meirás.
Dijo Pedro Sánchez que el dictador saldría del Valle de los Caídos antes de fin de año. Aunque ya admite que puede ser en enero. El tiempo ha ido pasando cargado de dificultades. El decreto aprobado no preveía las condiciones en las que se le podría enterrar y esa vía la aprovecharon los Franco para elegir el lugar más céntrico: La Almudena, donde la familia dispone de dos tumbas libres y pagadas por la hija de Franco.
Este periódico ha preguntado al Gobierno de España por estos avances y cuestiones pendientes en torno a la figura del dictador, sin obtener por el momento respuesta.
Franco sale... “pronto”
El caso es que la exhumación rápida y low cost de Franco sigue pendiente. Y la momia incómoda ahí, en estado de espera. Una suerte de stand by que mantiene los restos del militar golpista dando sus últimos pasos por ese Valle de los Caídos sufragado con fondos públicos del Estado.
“Os pillará trabajando a muchos de vosotros”, dijo Pedro Sánchez a finales de junio en alusión al periodo vacacional veraniego. Fue en una conversación informal con periodistas, pero el Gobierno vaticinaba así la salida inminente de Cuelgamuros de los restos embalsamados del dictador. El calendario pierde páginas y el decreto de exhumación espera luz verde.
Franco estará fuera de su tumba “muy pronto”. En “semanas”, pospuso a inicios de agosto el presidente. “Si hemos esperado 40 años, se pueden esperar unos días”, concluía. El relato seguía dilatando. El retraso atendía luego los plazos legales y el necesario trámite parlamentario con el voto en contra “por error” de dos diputados del PP.
Y las dilaciones venían auxiliadas con el boicot de la familia Franco, amenazas al presidente por “profanación de tumbas” y proponiendo una céntrica sepultura. El Ejecutivo dice que tiene “recursos” para evitar un lugar de peregrinación fascista en La Almudena de Madrid.
Ha habido retrasos, también, salpicados con “diálogos” del Gobierno y el Vaticano envueltos en polémica. O con recursos de los monjes benedictinos de Cuelgamuros rechazados por Moncloa y campañas de la Fundación Franco para blindar la tumba del dictador, que acabó pintada por un artista al grito de “por la libertad y la reconciliación de todos los españoles”. Y hay un aumento en las visitas a Cuelgamuros, un manifiesto de militares en apoyo a Franco o convocatorias prohibidas de vigilias franquistas.
El futuro del Valle de los Caídos
“Resignificar” el Valle de los Caídos. Demolición de la cruz y el conjunto arquitectónico de Cuelgamuros. Convertir el mausoleo fascista levantado con trabajo esclavo en una suerte de museo de la memoria y arma pedagógica para contra la desmemoria. ¿Qué futuro tiene el monumento mantenido con dinero público y que sufre un imparable deterioro?
Todo está en el aire. Como nadie le ha metido mano por ahora a un espacio dado a las romerías franquistas... Cabe hasta la justicia poética de la que hablaba en 2011 el informe de la Comisión de Expertos para el Futuro del Valle de los Caídos: dejar que la naturaleza haga su trabajo y acabe consumiendo el mamotreto en honor al nacional catolicismo.
“Una democracia como la española no puede permitirse monumentos franquistas”, decía Sánchez en una entrevista con eldiario.es. El Valle de los Caídos, añadió, “difícilmente se puede convertir en un lugar de reencuentro y de concordia”. Apelaba el presidente al consenso: “Pero tendrán que ser los grupos parlamentarios quienes decidan conjuntamente qué utilidad darle a ese centro”. La resistencia del monumento parece ir venciendo y lo primero en caer será Franco.
Ilegalizar la Fundación Franco
Prohibir las sociedades privadas que convierten a España en el paraíso de las fundaciones fascistas es una de las claves sobre Memoria Histórica que Pedro Sánchez puede desbloquear desde Moncloa. Muchas las había exigido desde la oposición al Gobierno de Mariano Rajoy.
En el punto de mira está la cabeza más visible de estas asociaciones que perviven en el país: la Fundación Franco. El ente actúa como un lobby que ensalza al dictador y usa la justicia contra la memoria histórica. La fundación subvencionada por Aznar con dinero público con cuentas incentivadas por el Estado soporta la 'memoria histórica' del franquismo y anuncia la apertura de las 'Franquicias Franco'.
Pero ha visto las orejas al lobo y la fundación presidida por un antiguo ayudante del rey Juan Carlos, el exgeneral Juan Chicharro, decidió cambiar sus estatutos en un intento de sortear su futura ilegalización. En la sede madrileña de la Fundación Franco empiezan a tentarse los ropajes ante el anuncio de la posible prohibición de un ente que supone la excepción española con el fascismo que ha señalado el Parlamento Europeo. “Este tipo de asociaciones son incompatibles con la democracia”, afirmó el director general de Memoria Histórica, Fernando Martínez, en una entrevista con eldiario.es.
La fortuna de los Franco
Que Franco era un golpista corruptor y corrupto está demostrado por diversas investigaciones históricas. Hasta hubo mecenas que pagaron el golpe de Estado y la guerra civil al militar.
Y de aquellos polvos vienen estos lodos: los nietos de Franco disfrutan de una gran fortuna heredada del abuelo el dictador. Todo despiezado tras la muerte de la única hija del golpista, Carmen Franco.
El legado incluye palacetes, aparcamientos y edificios fruto de “donaciones forzosas”. Es el caso del Pazo de Meirás, la punta del iceberg del expolio franquista y del uso de los derrotados como botín de guerra. La Transición amnistió el patrimonio acumulado por el dictador. ¿
Comisión de la Verdad
El presidente del Gobierno anunció una Comisión de la Verdad. Fue a finales de agosto y la propuesta iba acompañada de un Museo de la Memoria fuera del Valle de los Caídos. El proyecto está pendiente de cristalizar y precisa tiempo, consenso y debate parlamentario.
Las comisiones de la verdad se crean después de conflictos violentos o dictaduras para comprender el alcance de los asesinatos, la represión, para escuchar a las víctimas y establecer qué pasó. Como han hecho numerosos países en el mundo, entre ellos Bolivia, Argentina, Chile, El Salvador, Sudáfrica, Guatemala, Uruguay o Colombia. España no ha llevado a cabo de momento ningún proceso parecido después de la guerra y el franquismo.
Estos mecanismos son una recomendación de Naciones Unidas. La ONU calcula que ponerlas en marcha cuesta un mínimo de 4 millones de euros y recomienda que sean los estados quienes financien la mayor parte.
“La demanda de verdad es algo que plantean constantemente las víctimas y sus familias”, aseguraba a este periódico el director de Memoria del Gobierno de Pedro Sánchez. “Las comisiones de la verdad no son judiciales sino el reto de conocer todo lo que ocurrió y hacer un informe de recomendaciones sobre cómo reparar y sobre todo las garantías de no repetición y crear un clima que propicie la no existencia de violencia, culturas de paz, de convivencia... Están formadas por expertos independientes no solo nacionales sino también internacionales aprobados por el Parlamento”, explicaba Fernando Martínez.
Celebración del franquismo
El trabajo extra, un año más de cara al sol del 20N, será qué ocurre con la apología del franquismo. Con las misas “por el alma del Generalísimo” que acogen un puñado de iglesias, las esquelas a Franco y Primo de Rivera en periódicos o manifestaciones falangistas... en las que este año ha habido protestas de Femen. También se prevé que este martes las visitas al Valle de los Caídos sean numerosas, ya que podría ser el último año en el que está enterrado allí el dictador.