Documental

El aborto: tres mujeres, tres legislaciones diferentes, un mismo derecho

  • Con él, la Asamblea Austrias Letras, surgida a raíz del 15m, quiere desterrar prejuicios y tabúes y “volver habituales este tipo de conversaciones”

Romper el silencio que rodea al tema del aborto. Ese era el principal objetivo que la madrileña Asamblea Austrias Letras, surgida a raíz del 15M, se planteaba al reunir a cuatro mujeres en torno a una mesa y grabar su conversación en un documental. El resultado: un relato de experiencias narradas en primera persona por tres de ellas. Cada una bajo una legislación diferente, decidieron interrumpir voluntariamente su embarazo. “Debemos llamar la atención sobre el hecho de que no pueden ser los consejos de expertos del Gobierno los que legislen sobre nuestros cuerpos, que nunca han pasado por ello, sino que las propias mujeres deben ser escuchadas”, comenta Irene.

Ella también aparece en el documental, sin embargo, nunca se ha sometido a un aborto. Aporta la visión de una mujer joven que ve “este derecho amenazado”, apunta. Las cuatro charlan sin tapujos sobre el tema con el objetivo de volver habitual este tipo de conversaciones, pues “existe un manto de silencio, es muy difícil encontrar mujeres que hablen tranquilamente del tema”, comenta Elisa, una de las participantes. Ella abortó en la clandestinidad, bajo la dictadura de Franco, cuando era un delito y ningún supuesto estaba despenalizado.

Noelia lo hizo en el año 2001, bajo la ley de supuestos de 1985, que despenalizaba el aborto en caso de violación, malformación del feto y riesgo para la salud física y psíquica de la madre. Fue éste último supuesto el “hueco” que encontró para “escabullirse”, pues “no sufría ningún padecimiento, pero quería abortar”. Miriam, por su parte, decidió interrumpir su embarazo diez años más tarde.

En su caso, la ley vigente era la de plazos –aprobada en 2010–, que el Gobierno actual decidió finalmente mantener tras retirar la reforma propuesta por Gallardón, que pretendía eliminar la posibilidad de abortar libremente en las primeras 14 semanas y restringir el supuesto de malformación. Aún así, el PP mantiene la intención de impedir a las menores abortar sin el permiso paterno, una reforma que ya ha pasado el primer trámite en el Congreso.

Miriam denuncia el “vía crucis” burocrático que tuvo que seguir. Ella abortó dos meses después de haber entrado en vigor la ley de plazos, un momento en el que “la Comunidad de Madrid imponía numerosas trabas para que llegase a ser efectiva”, sostiene. Tanto ella como Noelia mantuvieron en privado su aborto, hasta que se toparon con la necesidad de contarlo. “Quise compartirlo para ayudar a otras mujeres”, reconoce ésta última.

“Me empoderó”

Otra de las intenciones del vídeo, que se grabó el pasado septiembre en la Cava Encendida, un edificio ocupado por la Asamblea Vivienda Centro de Madrid y desalojado el pasado 4 de marzo, es “tratar temas como la culpabilidad, que parecía que era indiscutible y no lo es”, comenta Irene. Las tres mujeres coinciden en que el único sentimiento de culpa que experimentaron fue el de haberse quedado embarazadas “teniendo la posibilidad de poner los medios oportunos” para impedirlo.

En este sentido, se muestran indignadas ante el hecho de que “tenemos tendencia a culpabilizarnos nosotras, cuando es algo de dos”, explica Elisa. Una opinión que Noelia también comparte al referirse a los métodos anticonceptivos. “Da la sensación de que los hombres tienen que disfrutar y si alguien tiene que poner medios tiene que ser ella”, dice.

La interrupción del embarazo no supuso ningún trauma para ellas. “Había escuchado que era algo muy grave y que me iba a marcar para toda mi vida, pero eso es algo que nos están obligando a pensar”, apunta Noelia. “No solo no me traumatizó, sino que me empoderó un montón”, prosigue. Elisa también comparte la misma idea: “son las políticas las que hacen difícil la decisión”.

Conversan también sobre feminismo, al que Miriam comenzó a acercarse a raíz de su aborto, cuando comenzó a ser consciente de que “por haber nacido mujer, estoy siendo tratada como un ser inferior”. Elisa reconoce que la lucha por las libertades bajo el franquismo eclipsaba de alguna manera la lucha feminista. “He visto hombres con mucho afán por el tema de la justicia y la igualdad, pero no entendían el tema de la mujer”, comenta. La “frialdad” del proceso, la educación sexual o la situación ideal que les gustaría encontrarse, son otros de los asuntos sobre los que charlan a lo largo del documental.

“¿Bajo qué argumentos se puede obligar a una mujer a traer un hijo al mundo?”, se pregunta Miriam. Y es que las cuatro se posicionan frente a los colectivos antiabortistas, llamados “provida”, para los que, en opinión de Noelia, “somos ciudadanas de segunda”. “Muchas de las mujeres que deciden abortar, lo hacen precisamente porque tienen en alta estima la vida humana”, concluye la mujer.