“Cuando el esposo vuelve a su casa, por fin es el amo”. La frase pertenece a El libro de la joven, publicado en 1966, aunque resume a la perfección el 'romanticismo patriarcal' y el afán de poder y de dominación en el que se desenvuelven los maltratadores. La mayoría no son enfermos ni irresponsables de sus actos. “No están mal psicológicamente, es que son asesinos”, mantiene Lourdes Hernández Ossorno, presidenta del Foro de Madrid contra la violencia a las mujeres.
En su lucha por seguir rompiendo el muro del silencio, el Foro convoca una manifestación el 25N, Día Internacional contra la Violencia de Género. La cabecera saldrá a las 19.30 horas desde la plaza de Ópera y llegará en torno a las 20.30 horas a su destino, la Puerta del Sol. La lectura del manifiesto corre a cargo de la actriz Natalia Dicenta y de las filósofas Luisa Posada y Alicia Mirayes. Mujeres cubiertas por las máscaras representarán a las asesinadas por la violencia machista, 45 en este 2014.
Ninguna mujer sin protección, ningún maltratador sin castigo es el lema de este año, aunque la reivindicación sigue siendo la misma desde 1997, cuando Ana Orantes fue calcinada en el patio de su casa, en Granada, por su exmarido. Dos semanas antes de ser asesinada, Ana denunció el Canal Sur TV sus 40 años de maltrato: “La cuestión era pegarme. A veces me sentaba en una silla y me daba con un palo, hasta que yo tenía que darle la razón porque no podía más”.
Ella puso rostro y voz a las víctimas de la violencia de género. Su asesinato heló al país y supuso una sacudida a las consciencias de todos aquellos agentes sociales, instituciones y gobiernos que debieron haber garantizado su protección. Ese trágico momento fue un punto de inflexión en la lucha contra esta lacra social. Fue entonces cuando se comenzaron a poner los mimbres de la Ley 1/2004 de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género de 28 diciembre, primera medida aprobada por el Gobierno de Zapatero, que este mes cumple diez años.
“La ley no es mala. La ley no se quita, se dota”, sostiene Hernández Ossorno, quien denuncia que la profunda crisis y los constantes recortes han provocado que muchas mujeres no denuncien “porque no tienen ni para comer”. Desde la Comisión 25N insisten: “Este repunte de violencia es el resultado de la violencia estructural: de sus políticas reaccionarias, de sus recortes presupuestarios en prevención y sanidad”. En esta línea, la Agencia de Derechos Fundamentales de la UE alerta del fuerte descenso en el número de denuncias, ya de por sí escaso. “Para que las víctimas denuncien hay que insistir en la educación en igualdad y en que las mujeres conozcan las medidas sociales que las protejerán una vez que lo hagan”, así opinaba Blanca Tapia, portavoz de la FRA, en eldiario.es.
Desde el ámbito universitario, el grupo de la UCM Feminismos Complutense también se muestra especialmente crítico con las instituciones, que “no sólo no ofrecen soluciones a las víctimas sino que habitualmente contribuyen a su estigmatización”. Además, subraya la necesidad de “visibilizar que los asesinatos machistas no son la única forma de violencia, sólo el resultado final”. Mañana realizará un pasacampus y una clase de defensa personal callejera para contribuir a poner el foco en este asunto.
Por su parte, los 24 colectivos firmantes del Manifiesto Comisión 25N apoyan la campaña de la comisión de Violencia del Movimiento Feminista de Madrid que se desarrolla en las redes sociales bajo el hashtag #AlMAchistaLeDigo con el fin de lanzar mensajes que “rompan el velo de complicidad y tolerancia social a los machistas”, según indica Ulrike, integrante de la Comisión.
4.000 firmas entregará mañana el Movimiento Feminista de Madrid en el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad: piden la dimisión de Ana Mato. Además, a las 18.30h, en la plaza de Ópera, Feminismos Sol realizará una encuesta teatralizada sobre violencia para denunciar las agresiones sexuales.
A ello se suman todas las acciones de las Marchas por la Dignidad -esta “semana de lucha” pretenden movilizar a cinco millones de personas en todo el país-, que giran mañana en torno al derecho de las mujeres a tener una vida digna. El 29N, cuando llegan a Madrid, se sumará a su protesta un cortejo feminista.
Cualquiera puede ser víctima de una maltratador. Cualquiera. Por ello, como sostiene Marcela Lagarde, “Pensemos juntas, juntos, qué país requerimos para erradicar la violencia de género en la casa y en la calle, para erradicar la violencia feminicida y el feminicidio que nos abofetean día con día desde hace años”.