La ministra de Ciencia, Diana Morant, no quiere que se repita la “fuga de cerebros” que se dio en la crisis de 2008 y asegura que en esta “tenemos que hacer las cosas de manera diferente”. “Entre 2011y 2016 se destruyeron 5.000 plazas de investigadores. Hubo una fuga de cerebros, significaba que no invertíamos en ciencia y ahora queremos hacer lo contrario”, ha afirmado en un evento organizado por elDiario.es sobre los Fondos EU-Next Generation. “Queremos salir de la crisis por la puerta del futuro”, ha añadido, “no como en 2008 cuando la receta fueron los recortes económicos y en materia de personal”.
Entre las inversiones europeas para Ciencia ha destacado el programa (PERTE) de salud de vanguardia. 1.500 millones de euros –1.000 públicos y 500 privados– para producir “terapias con nombres y apellidos” en España que sean accesibles para todos los pacientes en el Sistema Nacional de Salud.
Morant ha insistido en que el objetivo es que España no solo investigue en ciencia, sino que sea capaz de producir esa innovación para que “no venga una patente americana que compre” los avances. Por eso, ha indicado que una de las prioridades Gobierno es “introducir la cultura y la ciencia en las empresas, que inviertan más en I+D”. Un estudio reciente del Observatorio Social de la Fundación La Caixa revela que solo el 38% de los investigadores desarrolla su trabajo en la empresa privada frente al 60% en otros países punteros en ciencia.
“Como país somos el número 11 en producción científica pero en innovación ocupamos la número 30, hay una parte donde tenemos que mejorar y para eso hay que trabajar con la empresa privada”, ha indicado la titular de Ciencia, que ha presumido de que el Gobierno del que forma parte ha duplicado el presupuesto de la cartera en relación a las últimas cuentas del anterior Ejecutivo del PP. “En las empresas no hay ingenieros ni investigadores que contratar y estamos en una oportunidad para recuperar talento, dar estabilidad y perspectiva de futuro”, ha dicho.
Sobre la reforma de la ley de Ciencia, aprobada en febrero en el Consejo de Ministros, Morant ha asegurado que será un “instrumento” para conseguir esa estabilidad. “Estamos en un momento para la ciencia. La pandemia nos ha demostrado lo importante que es. En las crisis hemos mirado a los científicos para tener respuesta y ahora nos miran a nosotros”, ha zanjado.