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Un documento de Patrimonio describe cómo se están deteriorando las fosas del Valle de los Caídos

  • El estudio se basa en la inspección de los técnicos en 2010, que apreciaron un caos total en los enterramientos que desde 1958 han custodiado y organizado los monjes del Valle. El prior ahora se niega a exhumar dos cuerpos por “respeto a las familias”

El Valle de los Caídos se deshace. La parte exterior, porque se utilizó una piedra caliza mezclada con yeso que no aguanta. La basílica, donde yacen 33.833 cadáveres -más de 12.000 de ellos sin nombre-, porque se excavó en la roca y está llena de grietas por donde se cuela la lluvia.

Al margen de una intervención puntual por goteras en la capilla del Santísimo en 2000 y el traslado de restos que han hecho los monjes a su libre albedrío para esquivar las humedades, no ha habido trabajos de conservación importantes en los columbarios.

Pese a que el prior se niega a exhumar a los hermanos Lapeña aduciendo que se podrían dañar otros huesos y por “respeto a las familias”, lo cierto es que el estado de los enterramientos y los cadáveres es caótico y alejado de lo que se entiende como digna sepultura. Son precisamente los monjes de la Abadía que encabeza el prior Santiago Cantera los encargados, desde 1958 por orden de Franco, de gestionar las fosas.

El arquitecto de Patrimonio Nacional relató el estado de los osarios en un completo informe fechado en 2011, el último conocido sobre el estado de conservación del mausoleo franquista. A partir de un documento con descripciones y fotos de técnicos que habían entrado el año anterior, y en el que habían relatado el caos de huesos y enterramientos, el técnico estatal explica en un estudio, al que ha tenido acceso eldiario.es, cómo está organizada la mayor fosa común de España.

Hay ocho criptas con cuerpos y la frase que se repite en la descripción de todas ellas es “restos entremezclados”. El informe describe que hubo que pedir ayuda para abrir y cerrar accesos a los osarios al hallarse los huecos de entrada tapiados. También aprovecha para constatar que los planos de construcción de la basílica “no se corresponden con la realidad construida”.

Las dos criptas principales, junto al altar, están en un estado “aceptable” en el año 2011. Destaca las “filtraciones de agua incontrolable” por las grietas. La madera de los columbarios está descompuesta, se trata de una “pudrición por hongos que en el medio plazo originará su desaparición”.

Las otras seis capillas que alojan restos se dividen entre la derecha y la izquierda de la iglesia. Las tres de la derecha son las que están en peor estado porque hay más humedad “y pudrición de la madera”.

En sus conclusiones, el responsable técnico de Patrimonio dice que el estado de los osarios es “aceptable”, pero augura que las constantes filtraciones de agua y la humedad “afectarán a medio plazo a los elementos estructurales”.

Es más pesimista con los elementos menores como viguetas, en las que augura “completa pérdida del armado por corrosión y, por tanto, fracturas y derrumbes puntuales de las placas y viguetas bajo el peso de los columbarios”. Siete años después se desconoce en qué situación estarán los osarios y los restos de esas 33.000 personas, entre ellos miles de republicanos llevados allí en contra de su voluntad y la de sus familias.

El prior del Valle de los Caídos y Patrimonio Nacional han declinado hacer declaraciones a eldiario.es.