Las organizaciones verdes Greenpeace y Ecologistas en Acción aliadas con la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) han presentado sendas denuncias anta la Comisión Nacional de Mercados y la Competencia y la Dirección General de Consumo contra un presupuesto greenwashing de la petrolera Repsol.
En ambas acciones, estos grupos alegan que Repsol “oculta en su comunicación pública y en su publicidad la deforestación y demás impactos ambientales y sociales provocados para la producción del aceite de palma que se utiliza para la fabricación de sus biocombustibles”. Las acciones legales entienden que la empresa publicita sus “biocombustibles” de manera “genérica” sin distinguir entre variedades y “sin especificar sus atributos o impacto ambiental, lo que resulta engañoso para la ciudadanía”.
Estas tres organizaciones detallan que Repsol anuncia estos combustibles con los calificativos de “sostenibles, ecocombustibles, neutros en carbono, con baja huella de carbono o renovables” y que esa estrategia, sin pormenorizar sus características, “induce a la confusión de la ciudadanía, al estar plagada de información parcial, vaguedades, ocultación de información relevante o directamente alegaciones ambientales engañosas”.
Este movimiento pretende que se sustancie una sanción contra Repsol además de que se retiren los anuncios y se haga una rectificación pública.
Las denuncias de los ecologistas y consumidores van en la línea de la presentada por Iberdrola contra Repsol –en este caso en los juzgados– en la que le acusa de promocionar iniciativas sostenibles, “cuando su oferta multi producto busca fomentar el uso de carburantes”, así como de “centrarse en la sostenibilidad, cuando constituye un elemento menor de sus actividades actuales”. En este sentido, la autoridad publicitaria británica ya ha ordenado dos veces a Respol retirar campañas publicitarias por greenwashing.