Estados Unidos conmemora hoy el 20 aniversario de la ley que protege a las mujeres víctimas de violencia doméstica y abuso o tráfico sexual, dos décadas de avances pero aún insuficientes para erradicar ese flagelo.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, hizo esta semana un llamamiento a “hombres y mujeres de todas las edades”, líderes comunitarios y funcionarios en todos los niveles del Gobierno para trabajar juntos para acabar la violencia contra las mujeres.
El mandatario recordó que la ley fue firmada en una época en la que “muchos” consideraban el abuso doméstico como un asunto privado de familia y las víctimas “eran relegadas a sufrir en silencio”.
En estas dos décadas, celebró que se han reducido los casos de violencia doméstica y “hemos dejado claro a las víctimas que no están solas”, dijo Obama que habló de un “cambio de cultura”.
Según datos de la Casa Blanca, la violencia doméstica bajó un 64% entre 1993 y 2010.
No obstante, aseguró que queda trabajo por hacer porque todavía “muchas mujeres continúan viviendo con miedo en sus propias casas y demasiadas víctimas saben lo que es el dolor del abuso”.
La Coalición Nacional contra la Violencia Doméstica calcula que alrededor de 1,3 millones de mujeres son víctimas de ataques físicos en EE.UU. a manos de su pareja cada año.
La “ley sobre la Violencia contra las Mujeres”, conocida por su sigla en inglés “VAWA”, fue redactada por el vicepresidente Joseph Biden, cuando todavía era senador, y convertida en ley en 1994.
Biden, que se ha referido a esta ley como su “mayor logro legislativo”, defendió el derecho de todas las mujeres a vivir “libres de violencia y libres de miedo”, en un artículo de opinión en Time en el que recordó que una de cada cinco mujeres en Estados Unidos ha sido violada o ha sufrido intento de violación.
“El abuso doméstico de cualquier tipo es violento y horrible”, subrayó, “tanto si los autores son famosos atletas, estudiantes universitarios, miembros de las fuerzas armadas, o los líderes de nuestras instituciones y comunidades”.
La conmemoración de esta ley coincide con una semana en la que se han conocido dos casos de abusos domésticos protagonizados por dos conocidos jugadores de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL), Adrian Peterson, de los Vikings de Minesota, y el exjugador de los Baltimore Ravens Ray Rice.
Peterson ha sido acusado de golpear a su hijo menor de edad con una vara mientras que Rice fue despedido por los Ravens de Baltimore tras la difusión de un vídeo en el que se le ve golpeando a su prometida, actualmente su esposa, en un ascensor, el 15 de febrero pasado.
“Las revelaciones escandalosas en relación con Ray Rice y la NFL son un doloroso recordatorio de que, a pesar del progreso que hemos hecho, demasiadas mujeres siguen siendo víctimas de la violencia y el abuso sexual”, indicó en un comunicado el congresista demócrata Steve Israel.
El congresista, presidente del Comité de Campaña Demócrata del Congreso señaló que esta efeméride es un momento para reafirmar el compromiso “para acabar con el abuso criminal que ha afectado a demasiadas familias”.
El Congreso de EE.UU. aprobó el año pasado una nueva versión de la ley para prevenir la violencia contra las mujeres, que incluye por primera vez protecciones para las parejas del mismo sexo y miembros de tribus indígenas, así como mujeres indocumentadas, cláusulas que causaron controversia entre la oposición republicana.
“Independientemente de las creencias personales o políticas, la eliminación de la violencia contra las mujeres y las familias deben estar por encima”, señaló la presidenta del Caucus de Mujeres Demócratas de Virginia, Linda Brooks.
Brooks aseguró en un comunicado que esta ley “presta un apoyo crucial a las fuerzas del orden, los supervivientes y los servicios que ofrecen apoyo, sin importar la raza, el credo o la sexualidad”.
No obstante, señaló que aunque se han hecho progresos “hay todavía mucho por hacer para asegurarnos de que la violencia no tienen lugar en ninguna relación”.