Una compañera del máster de Montón: “En ningún momento nos dijeron que podía ser a distancia”
Cristina cursó el máster de estudios interdisciplinares de género con la exministra Carmen Montón, aunque no tenía constancia de ello hasta que eldiario.es publicó las irregularidades del posgrado de la política socialista. Tal como asegura la antigua titular de la cartera de Sanidad que hizo, esta mujer de 34 años compaginó las clases con su trabajo en una empresa en un municipio de Soria.
Sin embargo, Cristina reivindica que ella sí que tuvo que ir a clase, lo que suponía ir y volver a Madrid tres días cada dos semanas. Aprobó todas las asignaturas en primera convocatoria, a diferencia de Montón. Sin embargo, la nota no difiere mucho: ella tiene una nota media de 8,65 y la política, 8,43. En una entrevista con eldiario.es, que concedió antes de la dimisión de la extitular de Sanidad, asegura que lamenta las consecuencias que pueda tener sobre su currículum esta polémica.
¿Recuerda haber visto a Montón en clase?
No, no me suena. No recuerdo que hubiera nadie “especial” en la clase.
¿Cómo funcionaba el máster?
Asistíamos a clase. Cada módulo lo impartía un especialista en género o en una materia determinada. Me pareció algo muy interesante, gente que sabía mogollón de lo que hablaba, muy amena. Creo que el profesorado elegido tenía una reputación, cada uno en su campo le daba credenciales para ser un buen profesor.
¿Cómo recuerda la asistencia a clase?
Íbamos dos tardes, jueves y viernes, y luego el sábado íbamos por la mañana, creo que era cada quince días. Había que asistir a las sesiones, era intenso. Era un máster al que había que ir. Era presencial. Yo de hecho estaba trabajando y tenía que pedir permiso en el trabajo.
¿Qué horario tenía en su trabajo?
Trabajaba de 8 a 13h y de 15 a 18h pero no en Madrid, en una empresa en un municipio de Soria.
¿Cómo conseguía ir a clase?
Cuando tenía clase en el máster me tenía que trasladar a Madrid. Tenía que pasar ahí la noche. Lo que pasa es que mi hermano y mi marido estudiaban ahí y me quedaba en su piso.
¿Se quedaba los tres días en Madrid?
Tres o dos. Sí que recuerdo que alguna vez podías faltar a alguna clase. Tienes un porcentaje de faltas justificadas.
¿Cómo recuerda la presencialidad? ¿en algún momento le plantearon que no era obligatorio ir a clase y que podía faltar a módulos completos?
No, la verdad es que recuerdo que nos dijeron que era presencial, que había que asistir pero es verdad que de alguna manera podían dar alguna flexibilidad. De alguna manera tenías que asistir, yo asistí.
¿Era posible una flexibilidad que permitiese no asistir a un cuatrimestre entero como sucedió con Montón?
No. Total, no. No, no, no. Lo que recuerdo por mi experiencia es que el límite estaba en el 80%. A lo mejor no iban a llevar a rajatabla ese porcentaje, que si el 80% suponen cinco clases y has faltado seis, no te iban a fastidiar el máster. Es una flexibilidad que todos entendemos, que nos podemos encontrar en un centro de trabajo. En ningún momento nos dijeron que esto podía ser un módulo a distancia. De hecho, yo tenía que gestionar en mi trabajo que me iba a Madrid cada quince días. Y si lo hubiese podido hacer a distancia, no me hubiese metido yo en esos jaleos
¿Qué suponía para usted tener que ir a Madrid a estudiar?
En mi trabajo, tenía que justificar que iba a un máster, y de alguna manera me estaban regalando horas, no recuerdo si me las descontaban de mi sueldo, de mis vacaciones o si las tenía que recuperar. Me dieron flexibilidad para poder ir a Vicálvaro.
Si hubiese tenido esa posibilidad de cursarlo a distancia, como planteó la exministra, ¿hubiese ido al campus todos los días que acudió?
No, habría ido menos. Los sábados sí que habría ido, pero evidentemente no habría pedido permiso en mi trabajo para estar haciendo un máster presencial.
¿Cómo se siente al enterarse que había alumnas a las que le permitían no cursar un cuatrimestre completo?
Te sientes discriminada o que te hacen de menos. No me parece justo que no se le de a todo el mundo la misma oportunidad. Creo que si hay una opción no presencial lo suyo es planteárselo a todo el mundo.
¿A usted en ningún momento se lo plantearon? ¿tenía constancia de esta modalidad?
No. Sí que había flexibilidad, pero no hasta el punto de no aparecer.
Teniendo en cuenta el funcionamiento de las clases, ¿era posible en su máster que sin asistir al primer cuatrimestre alguien haya sacado la misma nota que usted?
Si te mandan los materiales y te los trabajas, no lo sé. Puede ser. Las clases las veía como una experiencia de alguien que sabe más que tú, es enriquecedor. Aunque también creo que a distancia se pueden hacer trabajos muy buenos. No estoy de acuerdo en que si no existe esa modalidad se pueda hacer así, pero yo no he visto los trabajos que ha hecho esa señora.
¿Cómo recuerda los trabajos? ¿extensos? ¿cortos?
Excepto el trabajo final, que fue más extenso, eran pequeñas prácticas. Recuerdo que había pequeños módulos, pero no recuerdo que fueran en cada módulo trabajos extensos.
¿De cuántas páginas estamos hablando?
Los que menos, cinco o siete páginas; y los que más, 20.
La exministra habló de trabajos de uno o dos folios....
No, no. De una o dos caras, no.
¿Cómo se entregaban esos trabajos?
Online. Creo que a través de correo electrónico.
¿Era posible entregar el TFM sin las asignaturas aprobadas?
No lo sé porque yo tenía todas las asignaturas aprobadas.
¿Sería posible haber aprobado el máster solo con un TFM?
Lo suyo es aprobar todos los módulos. Solo con un TFM no se puede aprobar un máster, primero tendrás que aprobar los módulos y luego presentar el trabajo.
¿En algún momento os plantearon la opción de convalidar alguna asignaturas?
No, yo a la vez estaba haciendo un título propio en género y políticas de igualdad entre hombres y mujeres de 600 horas y no se convalidó nada. Yo no tengo ningún tipo de convalidación.
¿Cree que se hubiese percatado de la presencia de la portavoz socialista en la Comisión de Igualdad del Congreso en su clase?
Creo que sí hubiese llamado la atención, y si yo no me hubiese percatado algún compañero sí que lo hubiese comentado. Al final todos hablábamos de dónde veníamos y a dónde íbamos. No tengo relación, pero al final quien estaba haciendo el máster preguntaban por qué estás aquí o por qué estudias esto.
¿Considera que esta polémica le puede perjudicar?
Sí, claro que perjudica y si concedo esta entrevista es porque lo que más me interesa reivindicar es que a la gente que no se nos conoce se nos ha exigido presencia, realizar los trabajos, no se nos ha regalado nada y las notas que tenemos, a criterios del profesor, la tenemos porque nos las merecemos. Que a una persona se lo hayan regalado no quiere decir que nos lo hayan regalado a todos.