En solo once días el número de emigrados que votarán en las próximas elecciones gracias a que un abstencionista les cede su voto se ha multiplicado por siete. La plataforma habilitada por Marea Granate que pone en contacto a unos y otros no ha dejado de emparejar en los últimos días. El pasado 6 de diciembre la web de la campaña #RescataMiVoto había unido a 400 residentes en el extranjero con 400 personas que viven en España y que no van a acudir a las urnas el 20D. Ahora son 3.000 los abstencionistas que votarán por un emigrado.
No obstante, la cifra todavía no se acerca a los más de 11.000 exiliados que esperan a que les donen el voto. Desde Marea Granate, el colectivo que aglutina a muchos de los emigrados que en los últimos años se han visto obligados a abandonar España en busca de oportunidades laborales, pronostican que durante los días que restan para los comicios el número de parejas se incremente todavía más. “La iniciativa se está conociendo cada vez más y ha tenido muy buena acogida”, sostienen.
Ana del Amo, que vive en Segovia, es una de las personas que donará su voto a un residente en el exterior porque, apunta, ningún partido le representa. Es la primera vez que se iba a abstener en unas elecciones pero, entre otras cosas, “mi actual situación de madre reciente me ha hecho ver que la respuesta política a las verdaderas necesidades de la crianza y la infancia es inexistente. A ojos de Ana la iniciativa es, además, ”una respuesta creativa y popular a las trabas impuestas desde las administraciones“.
Una herramienta de denuncia
Al lanzar la web el 26 de noviembre, apunta Pablo García, portavoz del colectivo, “el número de donantes aumentaba un poco lento porque en España no tuvimos gran difusión mediática”. Poco a poco, las redes sociales y los medios de comunicación se hicieron eco de la idea, “la gente comenzó a enterarse y desde hace unos días no paramos de trabajar”, resume. Lo que sí tuvo tirón desde el principio es el número de emigrados inscritos en busca de voto, de hecho, “ya hoy sabemos que no llegaremos a tener suficientes donantes” porque son muchos más los que esperan que los abstencionistas, reconoce.
La cifra, más de 11.000 por el momento, arroja una idea de que existe un problema con el derecho a voto de las personas residentes en el extranjero desde la reforma de la Ley Electoral de 2011 (gobernaba el PSOE), que introdujo el voto rogado. Por eso, la campaña, que es un intento de formalizar lo que ya se venía haciendo de forma espontánea en elecciones anteriores a través de redes sociales, tiene dos objetivos fundamentales. Por un lado, conseguir que el mayor número de emigrados posible ejerza su derecho a voto.
“No es la solución, pero queremos intentar concienciar de que hay mucha gente que no tiene derecho a voto”, denuncia Pablo. Ese es el otro propósito de #RescataMiVoto, utilizar la iniciativa como herramienta de denuncia y “mostrar las vergüenzas del sistema electoral y de las trabas con las que nos encontramos”, sentencia Pablo, que insiste en que “la ley electoral no cumple con el propósito que en teoría tiene”.
Aunque la página web del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación anuncie que los emigrados “pueden también ejercer su derecho a voto”, solo un 7,6% podrá hacerlo.
Las trabas del voto exterior
De ellos, no es seguro que todos consigan finalmente participar en los comicios, pues una de las trabas que denuncian desde Marea Granate es la recepción de papeletas, que a veces no llegan en el plazo estipulado a pesar de haber cumplido con los requisitos de ruego de voto. A este se suman otros motivos como la desinformación, la lejanía de los consulados o la estrechez de plazos y horarios.
Alba Prego es gallega y vive en Bristol (Reino Unido) desde hace algo más de cinco meses, pero lleva desde 2012 sin residir en España, y el 20D votará gracias a un abstencionista.
Tras cumplir con los requisitos y efectuar los trámites de solicitud del voto, recibió una carta de la Delegación Provincial de Pontevedra “con la denegación del voto, bastante ridícula y carente de sentido, además de con fechas delirantes”, afirma. En ella le recomendaban efectuar una nueva solicitud a través del consulado hasta el 21 de noviembre, sin embargo, la carta está firmada el día 23 y ya queda fuera de plazo.
La norma del voto rogado se introdujo con la reforma aprobada en 2011 por el PSOE, apoyado por el PP, CiU y PNV. Pedro Sánchez aprovechó uno de los momentos del cara a cara con Mariano Rajoy del 14 de diciembre para hablar del tema. El candidato se comprometió a derogarlo y le preguntó al presidente del Gobierno si él haría lo mismo: “Sí, pero tenemos que entrar en los detalles”, sentenció.