El Ayuntamiento de Madrid ha autorizado a la nueva contrata de recogida de basuras de los distritos periféricos (ACS y Ferrovial) a utilizar camiones propulsados por diésel para tratar de cubrir el servicio. No parecía estar preparada a tiempo y la basura no está siendo retirada en muchos cubos de las comunidades de vecinos. Las quejas se han multiplicado.
Mariano Rojas, de la Asociación de Vecinos Puente de Vallecas, ha referido a eldiario.es que “la recogida de basuras aquí siempre ha sido desastrosa. Hay que ser muy malo para empeorar lo que había antes”. El problema es que los pliegos para acceder al contrato indican que los vehículos tienen que ser a gas, mucho más respetuosos con la atmósfera.
El caso es que la nueva empresa empezó a funcionar el 1 de noviembre con carencias en su preparación. Los 239 camiones que le pasó la anterior adjudicataria, FCC, no estaban en condiciones, así que han traído unos 60 desde Holanda para funcionar dos meses.
Además, los motores de gasoil son los que más dióxido de carbono emiten al aire. De hecho, Madrid superó a finales del pasado octubre los niveles de este contaminante que el propio Consistorio se autoimpuso para dar la alerta y restringir el tráfico: velocidad a 70 km/h en las autovías y prohibición de aparcar en áreas residenciales a los coches que no sean vecinales. Eso sí, la medida no se ha aplicado porque el Gobierno local de Ana Botella no ha hecho entrar en vigor este protocolo que anunció a inicios del verano.