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Los envíos de vacunas se triplican, pero lograr una campaña masiva exige un suministro más regular

Este lunes 29 de marzo llegaron a España más de 1.066.000 vacunas contra la COVID-19. Han sido 672.750 de Pfizer/BioNTech y 393.600 de Moderna, ambas de doble dosis y dirigidas ahora mismo, sobre todo, a población mayor de 80 años. Ha informado de ello el Ministerio de Sanidad, aunque la cifra todavía no está reflejada en su informe diario, en el que también faltan 218.000 de AstraZeneca/Universidad de Oxford que llegaron este fin de semana. De esta manera esta es la cuarta semana, después de las tres primeras de marzo, que recibimos más de un millón de dosis; y la primera vez que esto sucede en un solo día. La velocidad de llegada se ha triplicado desde que, en enero, cuando arrancó la campaña, recibíamos unas 300.000. Pero sigue sin ser suficiente para que la vacunación, que debe alcanzar según los objetivos del Gobierno a 35 millones de personas, el 70% de la población, en septiembre, sea masiva; y, sobre todo, indican los expertos, son cifras que necesitan estabilizarse por lo alto.

Durante el segundo trimestre de 2021 debería aumentarse notablemente el suministro proveniente de la Unión Europea a partir de lo acordado con las farmacéuticas. Y este millón de dosis en un solo lunes puede ser uno de los primeros hitos que lo marquen. El ritmo de inyecciones ha aumentado en paralelo a las remesas, de una media de 60.000 al día en enero a las actuales 178.000.

La Comisión Europea ha anunciado que estos tres meses de primavera habrá disponibles 360 millones de dosis para todo el continente, el 10% (36 millones) para España. Sobre todo, serán de Pfizer, 200 millones (20 para España); de AstraZeneca serán 70 (7) y de Moderna 35 (3,5). Pero el principal impulso es que se incorporará, desde la segunda quincena de abril, Janssen, autorizada en marzo y la única que solo requiere una dosis para la completa inmunización de un ciudadano, por lo que aporta el doble de capacidad. De Janssen se esperan 55 millones para todo el continente durante el segundo trimestre, 5,5 para España. En total, las previsiones hasta verano suman algo más de 36 millones de sueros para nuestro país, suficientes para inmunizar a unas 21 millones de personas.

Esa suma supone el triple de las recibidas entre enero y marzo, que han sido 8,5 millones (de las cuales se han administrado el 83 %, algo más de 7 millones). No son suficientes para alcanzar la “inmunidad de grupo” (que se calcula, con muchos matices, en torno a ese 70% de la población), pero sí bastantes. De cumplirse todo, de enero a junio habría suficiente para poner al menos un pinchazo a casi 30 millones de personas, un poco menos del 70% de los 47 millones de españoles (aunque España está poniendo por norma general las dos requeridas). Las comunidades, en coordinación con Sanidad, trabajan con el escenario favorable de que todo salga bien, y también con el de que finalmente no se ejecute del todo esa previsión.

La ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha concretado cómo serán los envíos de Janssen: 300.000 durante la segunda quincena de abril, 1,3 millones en mayo y 3,9 en junio. Pero desde Sanidad no detallan tanto cómo se repartirán los envíos de las demás compañías para cumplir sus objetivos. Pfizer está entregando de manera constante y semanal desde enero, ahora más de 600.000 dosis; pero tanto Moderna como AstraZeneca han sufrido fluctuaciones y retrasos en febrero y marzo. “Vamos informando de las vacunas que llegan de forma puntual y periódica e iremos actualizando los datos”, responden únicamente desde Sanidad a elDiario.es sobre cómo serán exactamente las remesas de abril. Por eso lo que más preocupa a los expertos es este último extremo: la regularidad, que los plazos se cumplan y que sepamos con certeza cuándo y cuántas esperamos.

“Esta entrega de un millón es un buen dato, como noticia es muy buena”, opina el doctor Marcos López Hoyos, presidente de la Sociedad Española de Inmunología, “pero todavía no sabemos si cambia la dinámica completa. Nos falta la regularidad para que sea excelente. Sin asegurarla, no podemos saber si debemos gastar ese millón de dosis, o reservar parte”. En la misma línea va José Antonio Forcada, presidente de la Asociación Enfermería y Vacunas: “Es de agradecer que se reciban más vacunas, pero se tiene que mantener. Hasta ahora la impresión es que se van confirmando cantidades sobre la marcha. También porque por parte de los laboratorios no hay la suficiente planificación y logística para enviar a la Unión Europea”. Forcada insiste en que hay otro factor importante: “Que el ritmo aumente pasa por que se autorice AstraZeneca a mayores de 65”, algo que está pendiente por la Comisión de Salud Pública del Ministerio de Sanidad.

AstraZeneca se ha administrado mayoritariamente a trabajadores considerados de riesgo menores de 65 años y, por tanto, por ahora, sus sueros no ayudan al objetivo más inmediato, ahora que ya están alcanzadas prácticamente todas las residencias de ancianos: vacunar a todos los ciudadanos mayores de 80 años a muy corto plazo, la ministra Darias lo situó este fin de semana en un plazo de menos de 14 días. Los expertos ven complicado lograrlo. En varias comunidades apenas llevan el 50% de esa población. Y esa será la clave. Porque desde las administraciones se insiste en llegar al 70% de la población general vacunada en verano (de hecho, este lunes la Comisión Europea lo ha marcado incluso como posible para julio), pero varios expertos, también desde la Sociedad Española de Epidemiología, explican a este periódico que la diferencia importante la marcará que se llegue a tener en verano vacunada a la mayoría de los mayores de 60 años para que la saturación hospitalaria provocada por la COVID-19 ya no sea tan problemática.

El objetivo del verano, a expensas de muchos factores

“Ojalá el ritmo siga así y consigamos una inmunización mayoritaria en verano”, añade López Hoyos, pero “para llegar a 33-35 millones, nos quedan 26 millones de personas, 26 semanas (6 meses) durante las que lleguen al menos un millón de dosis. No sé si debemos obsesionarnos tanto con una cifra en concreto, ese 70%, hay que pensar en que cuantas más vacunas, mejor”. Forcada también cree que debemos rebajar las expectativas y alegrarnos “si a finales de año” tenemos a ese 70% de la población general protegida, no tanto para otoño. Le preocupa especialmente que en verano, con las bajas y el periodo vacacional, haya menos personal de enfermería disponible para vacunar.

Esta semana, el Consejo General de Enfermería emitía su informe de este año, que calculaba que en España hay 5,6 enfermeras por cada 100.000 habitantes, la posición 61 del ránking mundial. “Por muchas vacunas que tengas, si no tienes profesionales, será complicado. El verano requerirá de aún más organización”, lamenta Forcada. Por otro lado, los especialistas recuerdan que para la campaña de la gripe se pusieron en algo más de dos meses de 2020 más de 10 millones de inyecciones, por lo que el sistema tiene esa capacidad. Si de verdad llegan dosis de manera masiva la situación podrá requerir además de nuevas estrategias, como expandir las operaciones en grandes espacios, como estadios de fútbol, por lo que ya optan varias comunidades pero que no es útil para atender a las que son prioridad, las personas mayores. “Hasta ahora es un sistema que no ha sido necesario. Ojalá en el futuro tengamos ese problema: que tengamos que buscar maneras de acelerar”, zanja López Hoyos.