Entre ruedas de prensa, medidas de prevención y control del coronavirus, el director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, ha explicado, a través de un vídeo difundido por el ministerio de Sanidad, cómo funcionan las epidemias y por qué es importante la detección precoz para el control de los brotes.
Precisamente, esta misma mañana ya había pedido la colaboración ciudadana para facilitar las medidas implementadas por Sanidad para atajar los infecciones y minimizar la crisis sanitaria. Las medidas solos son efectivas si la población las asume aunque “individualmente se pueda escapar a ellas”.
Junto a una pizarra y rotulador en mano, Simón ha dibujado la curva normal de uno de estos brotes. “Cuando tenemos una epidemia, esperamos que empiecen los casos, progresivamente van afectando a la población y, cuando la masa crítica de población desaparece, vaya bajando”, indica. Así, las medidas pueden implementarse en varios momentos de la curva: si estas comienzan en lo alto de la curva, podría evitarse “si hay suerte”, la mitad de los contagios; pero si se aplican antes, la superficie -los contagios- que se evitan es mucho mayor.
“El objetivo de la detección precoz, que es siempre la parte importante al inicio de las epidemias, es actuar aquí”, indica señalando la parte baja de la curva, para “detectar cuanto antes el problema, de forma que nuestra curva, en lugar de seguir ese patrón, siga este otro (afectando a muchas menos personas)”.
Además, Simón explica que existe otro aspecto importante, relacionado con la forma en la que se transmiten las enfermedades. Se trata del número de reproducción (R0) o el número de casos secundarios que transmite cada caso primario. El R0 del COVID-19 es de 2,68, según la revista científica Lancet. Una tasa relativamente alta, pero muy alejada de otras enfermedades, como el sarampión (15).
En los casos de R0 altas, la epidemia es mucho más rápida y la curva tendrá una forma más aguda y picuda. Si el número de reproducción es más bajo, la curva será achatada y la epidemia más lenta aunque, como señala el experto “si no hacemos nada, puede llegar a afectar al mismo número de personas, pero de forma mucho más dilatada en el tiempo”. Y pone como ejemplo: “Si yo tardo dos días en implementar las medidas de control, en la primera será ya arriba, y en una lenta esa acción va a ser mucho mas larga por lo que el mismo momento de implementación de medidas permite controlar mucha mas parte de la enfermedad”.
“En este caso, cuando ya hay trasmision comunitaria, lo que nos interesa es que ese número de casos secundarios se reduzca lo más posible para alargar ese periodo en el que puede haber casos y que podamos reaccionar antes de llegar a ese momento”, ha señalado Simón.