El nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, es negacionista del cambio climático y está en contra del Acuerdo de París que, el años pasado, arrancó el compromiso a los países del mundo de rebajar en 2 grados la temperatura del planeta.
Obama lo ratificó antes de las elecciones y entró en vigor cuatro días antes de los comicios estadounidenses, algo que ahora se critica desde el nucleo de asesores de Trump, pero incumplirlo no supone ninguna multa, ya que no hay sanciones previstas.
Nadie puede obligar a Donald Trump a respetar el acuerdo de París y satisfacer el pacto voluntario para atajar el cambio climático remitido por EE UU a la ONU el 31 de marzo de 2015: rebajar en un 26% sus emisiones de CO para 2025 respecto a su volumen de 2005.
El magnate y presidente solo tiene la opción de dejarlo morir. ¿Cómo? Sin tomar las medidas a las que se comprometió su país bajo la administración Obama. No solo está dispuesto a esto sino que, según publica la agencia de noticias Reuters, Trump está trabajando en encontrar mecanismos para incumplir cuanto antes el acuerdo.
Tal y como dice el artículo 28 del acuerdo, cualquier país tendría que esperar tres años para dejar de cumplirlo, además de un año extra de preaviso que exige el pacto mundial. De este modo, Trump realmente no podría hacer nada durante su mandato, ya que serían cuatro años de espera. Según una fuente del equipo de transición para la política internacional y energía y clima citada por Reuters, el nuevo equipo presidencial ya se ha puesto a trabajar para encontrar la manera de salirse del acuerdo cuanto antes.
Entre las medidas que cita Reuters que se valoran tomar están “el envío de una carta de retirada del acuerdo marco internacional de 1992 que es el tratado principal del Acuerdo de París, anulando la participación de Estados Unidos en ambos en un año o emitir una orden presidencial simplemente borrando la firma estadounidense del acuerdo de París”.