Noticia servida automáticamente por la Agencia EFE

Españoles en Mayotte piden ser evacuados: No tenemos luz e internet, pero sí agua y comida

París —

0

París, 17 dic (EFE).- Varios españoles residentes en Mayotte, arrasada el sábado por el ciclón Chido, han pedido ser evacuados de estas islas a unos 8.000 kilómetros de su país, entre ellos el alicantino Francisco José Postigo: “No tenemos luz e internet, pero sí agua y comida”.

En un testimonio grabado desde Mayotte al que EFE ha tenido acceso este martes, Postigo, fisioterapeuta y uno de los cientos de españoles residentes en el archipiélago, cuenta a su familia en un breve audio que “está bien” a pesar de la devastación.

“No os puedo contestar a todos porque me voy a quedar sin batería. Hemos encontrado un punto con internet y vendremos aquí a dar noticias. Ahora estamos sentados aquí cuatro personas sobre una piedra”, explica el alicantino, con un optimista tono de voz y mientras se escuchan ráfagas de viento de fondo.

“No tenemos luz, no tenemos internet, pero tenemos comida y agua”, agrega. Hay relatos de escasez de víveres en los pocos supermercados abiertos.

El Gobierno francés ha prometido que la situación va a mejorar con la reapertura del aeropuerto internacional de Mamoudzou, actualmente solo disponible para las aeronaves militares con carga humanitaria, y con la llegada de suministros enviados por barco desde la isla de la Reunión, otro territorio francés del Índico.

“Muchas gracias por los ánimos -señala el joven fisioterapeuta a sus allegados-. Espero que nos pongan rapidito un avión para ver si podemos pasar las Navidades allí”, añade Postigo en su mensaje, en el que comenta que están en contacto con las autoridades consulares españolas de la zona, aunque no entra en más detalles.

Juan, profesor de español en la isla, tuvo la suerte de haber salido de allí el viernes, antes de que el ciclón golpeara de lleno el archipiélago.

“Hemos tenido imágenes de nuestras casas, con las paredes caídas. Mi compañera se salvó porque el propietario, que vive en la planta baja, vino a rescatarla”, relata a EFE.

Aunque asegura que todos sus allegados están en buenas condiciones, se muestra muy preocupado por sus alumnos, en el liceo profesional que recibe a muchos jóvenes de las zomas más deprimidas de la isla.

“No sé nada de ellos y me temo lo peor. Creo que no sabremos nada hasta la vuelta al cole, aunque ahora mismo no sé ni cuando será eso”, declara el maestro.

Pese a que ahora vive la situación en la distancia, está deseando poder regresar: “Mayotte es mi casa, no contemplo irme ni sabría dónde ir”.

Mientras el balance de víctimas aumenta muy lentamente, con 21 muertos y 45 heridos graves contabilizados hasta ahora -se estiman en al menos centenas los fallecidos-, y la red de internet va recuperándose poco a poco, el Gobierno francés ha instaurado un toque de queda, entre las 22.00 y las 04.00 horas, para evitar pillajes en las islas, el departamento más pobre de Francia.

Tras la devastación causada por las rachas de viento de hasta 220 kilómetros a la hora, las principales vías de comunicación terrestre empiezan a despejarse para que la ayuda humanitaria enviada desde la Francia continental pueda llegar, especialmente a las populosas barriadas de casa de chapa que quedaron literalmente destruidas.