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La estación de esquí de Navacerrada no podrá extraer más agua para fabricar su nieve

Un cañón de nieve, en diciembre de 2021 sobre la pista de El Telégrafo.

Raúl Rejón

9 de diciembre de 2021 22:06 h

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La estación de esquí de Navacerrada no podrá extraer más agua del arroyo del Telégrafo para fabricar su nieve. La Confederación Hidrográfica del Duero considera que el permiso de “uso privativo” de ese recurso terminó al expirar la concesión para ocupar el monte público por donde discurren las pistas que reciben esa nieve artificial.

La Confederación del Duero –que depende del Ministerio de Transición Ecológica– acordó el 27 de octubre comenzar el expediente que extingue esa autorización, según el Boletín Oficial de la Provincia de Segovia, que abre un periodo de alegaciones de 20 días. Los cañones de nieve están instalados en la vertiente segoviana de la estación, en terrenos propiedad del Organismo Autónomo Parques Nacionales, cuya licencia caducó en abril pasado. Parques Nacionales decidió que, una vez expirada la concesión, el monte se recuperara con vistas a incorporarse al Parque Nacional del Guadarrama.

Sin embargo, el Partido Popular ha decidido abrir una confrontación con el Gobierno a cuenta de esta estación de esquí sin permisos. El presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, aseguró el pasado 29 de noviembre que la instalación abriría tranquilamente lo que fue jaleado por la Comunidad de Madrid (también gobernada por el PP) y por el líder del partido, Pablo Casado. Navacerrada no ha abierto, de momento, por las inclemencias del tiempo.

La autorización del Duero se firmó en abril de 1994 “con destino a la fabricación de nieve artificial y posterior innivación de una superficie máxima de 6,25 hectáreas”, según recoge el expediente. El plazo máximo eran 75 años, pero se añadió que el permiso para captar las aguas del arroyo se extinguiría al “termino del plazo concesional” que permitía funcionar a la estación.

Sin pistas, fin de la captación

La Confederación entiende, como el ministerio, que la licencia para realizar la actividad que justifica la nieve artificial terminó en abril pasado, “lo que supone el fin del plazo por el que fue otorgada la concesión [del uso del agua], al vincularse a la prestación del servicio a que se destina”, según el informe del Área de Régimen de Usuarios. En resumen: sin autorización para ocupar el monte no hay esquí, sin esquí no hacen falta cañones de nieve y, por lo tanto, se acabó sacar el agua del arroyo.

La captación está situada aguas arriba del inicio de la Reserva Natural Fluvial del Alto Eresma. Su “importante representatividad como río de alta montaña y su estado natural” hacen al entorno “merecedor de ser declarado” como protegido, según su ficha técnica. Entre las “interacciones” detectadas en esta reserva están las infraestructuras hidráulicas, los vertidos y... “las captaciones de agua”.

Aunque la Junta de Castilla y León ha afirmado que la estación puede abrir ya sin mayor inconveniente –el Tribunal Superior de Justicia no se ha pronunciado sobre el recurso presentado por Parques Naciones contra la inhibición del asunto por parte del Ejecutivo regional–, Navacerrada no ha podido activar sus instalaciones. El fuerte viento ha impedido estrenar la temporada. Este jueves, la dirección ha decidido posponer el primer día de temporada previsto y anunciado para el 10 de diciembre.

A pesar del paisaje nevado de este diciembre, en Navacerrada cada vez nieva menos y hace menos frío. De hecho, la misma empresa ha considerado inviable su negocio sin disponer de las tres pistas segovianas que cuentan con los cañones. Las nuevas condiciones impuestas por la crisis climática han hecho que desde la década de los 70 la temperatura media en Navacerrada haya aumentado 1,95ºC, las mínimas también se ha incrementado en 0,77ºC y la nieve se ha reducido en un 25%. Por eso, argumentó Transición Ecológica, la estación ya no era realmente viable. Además, la autorización para ocupar con más pistas el monte de Guarramillas en la Comunidad de Madrid también caducó hace más de dos años.

El próximo 23 de diciembre termina el plazo para que “el interesado y cualquier persona que pueda resultar afectada por la extinción [del permiso]” se dirija a la Confederación “manifestando cuanto considere conveniente”, dice el anuncio del Boletín. A cuenta del agua, la empresa ha asegurado que extraen el volumen para el que tiene permiso “como cualquier agricultor” y que, a fin de cuentas, la almacenan en forma de nieve que luego regresa al circuito cuando suben las temperaturas y se funde.

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