La portada de mañana
Acceder
La declaración de Aldama: “el nexo” del caso Ábalos apunta más arriba aún sin pruebas
De despacho a habitaciones por 1.100 euros: los ‘coliving’ se escapan de la regulación
Opinión - ¿Misiles para qué? Por José Enrique de Ayala

Estudiantes de 22 universidades convocan a 900.000 personas a votar en referéndums simbólicos sobre la monarquía

El próximo jueves 29 de noviembre la Universidad Autónoma de Madrid da el pistoletazo de salida a una serie de referéndums sobre la monarquía que tendrán lugar antes de final de año. Estudiantes de 22 universidades de toda España (casi la mitad de las 50 públicas que hay en España) han convocado a unas 900.000 personas entre alumnos (820.000), Personal Docente e Investigador (PDI, 53.000) y Personal de Administración y Servicios (PAS, 24.500) para que opinen sobre el modelo de estado que les gustaría tener.

Los referéndums, organizados por grupos de estudiantes constituidos ad hoc para la cuestión, tienen más vocación de instrumento para generar un debate que de encuesta científica. Pero lo que empezó como un decena de estudiantes de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) sentados en un césped ha evolucionado en una especie de movimiento estudiantil a nivel nacional de una generación que siente que le ha sido todo impuesto.

“Somos estudiantes de la [aquí va el nombre de cada universidad] y convocamos un referéndum sobre la monarquía el próximo [aquí la fecha en cada campus]. ¡No queremos imposiciones! ¡Queremos decidirlo todo!”, se lee en las diferentes convocatorias que han realizado los colectivos.

Los argumentos se repiten campus tras campus. “Por una cuestión temporal, entre otras cosas, la juventud es un sector que se ha quedado muy fuera de estas decisiones” sobre el modelo de estado, explicaba Lucía Nistal, portavoz del referéndum de la UAM y una de las pioneras del movimiento. “Y los jóvenes nos estamos hartos de que se utilice la inviolabilidad de la Constitución, votada bajo chantaje mucho antes de que hubiéramos nacido”, añade Marcos, estudiante de Historia.

De preguntas, asambleas, censo y continuidad

Durante las últimas dos semanas, los estudiantes han estado organizando sus votaciones en diferentes asambleas por los campus. Para su (agradable) sorpresa no solo han acudido sus pares a estas jornadas. Profesores y administrativos también se han interesado por las iniciativas de manera activa, tanto dando su apoyo a través de una carta que han firmado varias decenas como acudiendo a las reuniones para decidir las preguntas que se harán o cómo concretar los referéndums.

Las cuestiones al final serán similares en todas las citas. Serán dos en la mayoría de los campus: “¿Estás a favor de abolir la Monarquía como forma de Estado e instaurar la República? ¿Estás a favor de abrir procesos constituyentes para decidir qué tipo de República?” Algunos centros han obviado la segunda, otros la han modificado ligeramente, pero la línea es similar.

Respecto a la organización, en las asambleas se ha debatido sobre cómo controlar el censo (que no tienen porque no son convocatorias oficiales) o impedir que alguien vote dos veces ante la falta de un sistema informatizado. En algunas a esta última cuestión no se le ha dado mucha relevancia bajo el argumento de que el resultado es lo de menos: se trata de provocar un debate que el sistema impide sistemáticamente, argumentan.

Los referéndums en las universidades son solo una pata más de un movimiento antimonárquico que, sin estar coordinado, se va desarrollando. En varios municipios y barrios de Madrid se han realizado o van a realizarse consultas populares similares, el Parlament catalán y el Ayuntamiento de Barcelona han reprobado al rey e Izquierda Unida va a presentar mociones en todos los Consistorios que pueda en la misma línea.

Los estudiantes también aspiran a que, de alguna manera, de aquí salga un movimiento estudiantil nacional que mantenga la llama de la protesta encendida. “Si pensamos en lo que viene después, lo enfocamos a la autoorganización estudiantil, a asambleas masivas, a que se unan institutos, universidades, profesores, trabajadores. Esto va más por la lucha conjunta y la organización social que porque se haga algo con el resultado del referéndum”, reflexiona Pablo Acedo, de la plataforma catalana Fora el Borbó de les Universitats Catalanes.

De momento, el primer paso es sacar las urnas durante el próximo mes. ¿Por qué no han convocado todos el mismo día? “Hubiera estado bien, desde luego, pero también es importante que salga bien en cada universidad y a muchas, que se han ido sumando, no les habría dado tiempo a organizarlo tan rápido”, responde Nistal, de la UAM. Será por entregas pues. 22 universidades, 900.000 personas convocadas. En un mes se sabrá la fuerza del movimiento.