Un estudio sobre cómo afectaría el coronavirus a los animales señala como los más vulnerables a gatos y hurones
- No hay evidencia de que un animal de compañía haya contagiado a un humano, y solo algún caso aislado de contagio a una mascota
Los gatos son “altamente propensos” al coronavirus de la COVID-19. Los perros, por su lado, tienen una baja susceptibilidad, según han concluido investigadores del Laboratorio de biotecnología veterinaria y el Centro de contención, control y prevención de enfermedades en animales de China, que han experimentado inoculando el coronavirus a animales en el laboratorio.
Aunque este patógeno provenga de animales salvajes –de hecho, China ha prohibido recientemente el comercio con especies silvestres destinadas al consumo para intentar evitar nuevos brotes– la transmisión entre humanos que ha causado a 1 de abril más de 800.000 casos de COVID-19 confirmados, es, básicamente, de persona a persona. Hasta ahora, no se ha hallado evidencias de que un animal de compañía haya contagiado a un humano, según informa el Centro Europeo de Control de Enfermedades. Tampoco hay evidencias firmes sobre el contagio de humanos a sus mascotas.
Pero la investigación sobre este coronavirus es reciente, se está construyendo a toda velocidad. Este trabajo de los investigadores chinos ha buscado posibles reservorios del virus en animales, especialmente especies en contacto estrecho con los seres humanos, y también posibles especies candidatas para estudiar la enfermedad y probar tratamientos y vacunas. El ensayo se ha centrado en perros, gatos, hurones, cerdos, patos y gallinas y buscaba ofrecer datos sobre depósitos donde pudiera alojarse el virus y la gestión de los animales en el contexto del control de la COVID-19. En este sentido, los análisis –pendientes de la revisión independiente antes de su publicación final– han mostrado que el SARS-CoV-2 “se replica eficientemente en los gatos y los hurones”. El resto de los animales estudiados, incluidos los perros, muestran una réplica “pobre”.
“Los perros y los gatos están en contacto estrecho con los humanos, por lo que es importante conocer su propensión al coronavirus”, explican los autores. Solo en España hay unos cinco millones de perros y dos millones de gatos censados, según los cálculos que hace la Asociación Madrileña de Veterinarios (Amvac).
Durante el experimento, los investigadores inocularon el SARS-CoV-2 tanto en cachorros como en gatos más adultos y comprobaron cómo el patógeno se reproducía en ellos y también se contagiaba mediante partículas de la respiración a ejemplares sanos. Todos desarrollaban anticuerpos contra este coronavirus que afectaba menos a los gatos más jóvenes. “Los resultados indican que el virus se replica eficientemente” en esta especie, han concluido.
Por su lado, los perros, después de inoculados, los ejemplares no mostraron muestras del ARN de este virus en sus órganos. Los análisis serológicos en busca de anticuerpos específicos contra el SARS-CoV-2 indicaron, afirma el estudio, “que los perros tienen una susceptibilidad baja” ante la infección.
Al repetir esta metodología en cerdos, patos y gallinas, “no se halló ARN del virus en ninguna de las muestras tomadas a los ejemplares inoculados o a los animales colocados en contactos estrecho con estos” por lo que se deduce que estas especies no presentan propensión alguna a este virus.
El caso de los hurones
Los hurones, aunque usados también como animales de compañía, presentan la particularidad de que son utilizados habitualmente como animales modelo para el estudio del comportamiento de virus respiratorios que infectan a humanos. Estos mustélidos han presentado en este trabajo una propensión alta a albergar el coronavirus, sin embargo, “a diferencia de lo que ocurre con el virus de la gripe”, los hurones han presentado efectos de la COVID-19 en las vías respiratorias altas y no en los pulmones.
“El mecanismo por el que previene la multiplicación del virus en las vías bajas sigue sin estar investigado”, explica el documento que subraya que el hecho de que sí se replique eficientemente en las vías altas hace a esta especie “un candidato válido para evaluar en animales fármacos antivirales y vacunas contra la COVID-19”.
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