ENTREVISTA Directora del IDAEA-CSIC

Ethel Eljarrat, experta del CSIC: “Deberíamos transportar los pellets en embalajes seguros, no en bolsas que se rompen”

En mitad del ruido mediático y político por el vertido de pellets frente a las costas de Galicia, los especialistas insisten en señalar los riesgos para la salud ambiental y humana de este tipo de accidentes y la necesidad de regular su transporte con más seguridad.

Ethel Eljarrat, directora del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua del CSIC (IDAEA-CSIC) y doctora en Química, apunta cuáles son los principales riesgos de la dispersión de este tipo de partículas: actúan como una bomba de relojería, multiplicando sus efectos a medida que se fragmentan o que se acumulan otros tóxicos en su superficie. Esto las convierte en una pesadilla casi imposible de limpiar, debido a su tamaño y la facilidad con la que viajan, y en uno de los principales problemas que amenazan la salud del océano.

Ahora que sabemos que se trata de pellets de polietileno, ¿qué podemos decir sobre su toxicidad?

Nosotros siempre somos muy precavidos y nos gustaría conocer la composición exacta de estos pellets antes de hablar de su grado de toxicidad, al menos hasta que no se haga una caracterización completa de qué polímeros contienen y se sepa qué aditivos químicos pueden estar presentes. Parece que mayoritariamente están hechos de polietileno con un filtro solar. En cualquier caso, es importante entender que una sustancia puede ser tóxica dependiendo del grado de concentración a la que uno esté expuesto. Para los humanos, en principio te diría que por tocarlos no nos va a pasar nada, pero sí es cierto que para la gente que los está recogiendo en las costas sería conveniente que tuviera unas medidas de precaución mínima, como el uso de guantes y mascarillas. Evidentemente pueden causar una cierta toxicidad.

¿Cuáles son los principales daños ambientales que pueden producir?

Cuando hablamos de plástico, al ser un polímero, siempre hablamos de efectos físicos y químicos. Dentro de los efectos físicos está claro que gran parte de la fauna marina puede verse afectada, porque al tragar estas pequeñas partículas se les puede provocar obstrucciones en el tracto digestivo o acumulaciones en el estómago, de manera que les dé sensación de saciedad y que dejen de comer y les dé problemas por inanición. Por otro lado, muchos de los compuestos químicos asociados al plástico pueden llegar a ser nocivos, tanto para la fauna marina como para los seres humanos. Y cuando un organismo marino ingiere estas partículas, los aditivos se desprenden y quedan acumulados en sus tejidos. Y si esta exposición fuera continuada en el tiempo, podría producir ciertos efectos. Si los seres humanos nos comemos estos pescados, también los vamos a acumular nosotros y, con el tiempo, también podría provocarnos efectos dañinos.

Aemet predecía este miércoles que los pellets podrían entrar en las Rías Baixas. ¿Pueden tener efectos en el marisco?  

Sí, claro. Si en el medio en el que se están criando estos mariscos hay presencia abundante de estos pellets, evidentemente pueden verse afectados. 

¿Afectaría a su consumo?

En el caso de los peces, aunque ingiera el pellet, nos comemos la carne del pescado. Y allí solo nos vemos afectados por la presencia de estos aditivos químicos que se acumulan en el tejido, pero los pellets que tenga acumulados en su estómago no nos los vamos a comer, porque se retiran. Pero en el caso de los moluscos es más complicado, porque te comes el mejillón entero. Así que, si el mejillón tiene partículas, tú también te las vas a comer.

Si un mejillón tiene estas partículas, tú también te las vas a comer

¿Podría darse el caso de tener que retirar algunos de estos productos por peligro para la salud humana?

A día de hoy, los trabajos que muestran que estos compuestos pueden ser tóxicos no dan una respuesta contundente. Sí que hay estudios que indican que la acumulación de microplásticos podría afectar al sistema inmunitario humano, pero en ese campo estamos todavía en un inicio para poder evaluar los efectos que tiene en la salud humana.

Los pellets acumulan otros contaminantes y eso agrava el problema, ¿no?

Ese es otro de los problemas añadidos, aparte de los efectos físicos y químicos. Y es que estos pellets, una vez que se dispersan en el medio marino, actúan como esponjas y otros contaminantes que circulan quedan absorbidos en ellos, que hacen de vías transportadoras. Sobre todo aquellos contaminantes que son hidrofóbicos y tienen más capacidad de quedar absorbidos en estos materiales. 

¿Se refiere a los llamados “contaminantes orgánicos persistentes”? 

Sí. Muchos de estos contaminantes están prohibidos hace tiempo, pero a pesar de eso siguen estando presentes, como los PCBs, DDT, retardantes… Todos estos están prohibidos por la convención de Estocolmo, pero siguen por ahí y son los que más atracción tienen y los que tienen más capacidad de quedar retenidos en estos pellets. 

¿Es como si les pusiéramos un autobús? ¿Cuánto agrava esto los efectos del vertido?

Esto lo que hace es que cuando un animal ingiere este pellet lo estará ingiriendo junto con todos estos contaminantes que lleva adheridos. Y una vez que los ingiere, pasarán a sus tejidos. 

Decir que algo así no es tóxico, ¿no es una temeridad?

Bueno, por ponernos en contexto, todo esto que estamos comentando es algo que pasa a día de hoy en todos los mares y todos los océanos del mundo. Contaminación por microplásticos hay en todas partes, aquí se ha producido un accidente que lo que ha hecho es incrementar el número, pero no era un medio libre de microplásticos, es uno de los problemas que llevamos años denunciando los científicos. Sí es cierto que este accidente ha provocado que en esta zona los niveles sean superiores.

Con un vertido de 26 toneladas, ¿durante cuánto tiempo estarán apareciendo pellets en las costas? 

En esto no soy experta, pero dependerá básicamente de las corrientes marinas, una vez dispersado en el medio marino. Igual que si el vertido hubiera sido en verano, parece que las corrientes los habrían llevado hacia el sur en vez de hacia el norte.

Hay expertos que dicen que pueden viajar distancias de hasta 2.000 km. 

No sé a cuánto puede llegar en concreto, pero sí es cierto que viajan largas distancias desde donde se ha emitido el foco. Tienen capacidad de transportar los contaminantes que atrapan en una zona a otras zonas lejanas del foco de contaminación. 

¿Con la degradación pueden aumentar la toxicidad? ¿Se sabe a qué ritmo se degradan?

Evidentemente, estos pellets ahora están expuestos al oleaje y la luz del sol y eso hace que poco a poco se van degradando cada vez en partículas más pequeñas. El problema es que cuanto más pequeño sea, más tóxico es porque más capacidad tiene para entrar en los organismos vivos y quedar acumulado allí. Cuanto más pequeño es, más fácil es que atraviese las membranas celulares. 

Cuanto más pequeño sea el plástico, más tóxico es porque más capacidad tiene para entrar en los organismos vivos

Si el problema se agrava cuando pasa el tiempo, ¿es una “bomba de relojería”?

Es cierto que el problema de los microplásticos radica en eso, que cuantas más partículas tienes, más difícil es retirarlas. Y es un proceso que no pasa ni en días ni en semanas. Una botella de plástico, por ejemplo, igual tarda 300 años hasta degradarse del todo.

¿Se puede hacer algo en alta mar, como localizar los sacos, o ya es tarde?

Con lo que ya se ha dispersado es un poco difícil hacer la recolección, yo creo que el objetivo primordial a día de hoy sería identificar todos los sacos que no se sabe dónde están, intentar localizarlos y retirarlos antes de que se dispersen aún más pellets de los que ya hay. Porque realmente la recolección es complicada. Lo interesante sería poder retirar los sacos que estén cerrados. 

¿Cómo se puede determinar el origen?

Si tuviéramos el pellet concretamente caracterizado, y supiéramos exactamente su composición, se podría utilizar como patrón para saber si es el mismo que está llegando a estas costas. Se comentaba que en las playas que se están realizando los trabajos de recolección tampoco se sabe a ciencia cierta si todos proceden de este vertido o proceden de la contaminación habitual que ya suele haber. Lo que habría que hacer es esa caracterización y analizar los pellets que quisiéramos comparar para ver si son equivalentes o no.

Quizá este vertido pueda hacer reflexionar a la gente sobre el uso masivo que hacemos día a día del material plástico. Porque no hay que olvidar que estos pellets son para eso

¿Cómo describiría entonces la gravedad de este tipo de vertidos?

No es el primer accidente que ocurre, y eso nos tendría que servir de alerta. En el caso de los pellets, creo que el transporte marítimo no se lleva a cabo como si fuera un transporte de una sustancia tóxica, con lo cual las condiciones en que va empaquetado no son tan estrictas como debieran ser. Estas bolsas, que a la mínima se rompen y dispersan todos los pellets, no deberían ser el modo de embalaje para transportar esto en el medio marino. Deberían ir en contenedores mucho más seguros, que si hay un vertido como el de ahora no se produjera la dispersión y pudiéramos retirar el saco sin que se rompiera. O que si se deposita en el fondo marino, al menos no se produzca la liberación de estas partículas. 

¿Qué lección deberíamos aprender de este vertido?

Los que trabajamos con el problema ambiental del plástico en general lo que decimos es que la presencia habitual no es correcta. Evidentemente, los vertidos son aún más dañinos para el ecosistema. Quizá este vertido pueda hacer reflexionar a la gente sobre el uso masivo que hacemos día a día del material plástico. Porque no hay que olvidar que estos pellets son para eso.