El eurodiputado polaco que hace unos días fue sancionado por el Parlamento Europeo por defender la brechas salarial en el pleno aduciendo “inferioridad femenina” ha salido en defensa del bus tránsfobo de HazteOir. Janusz Korwin-Mikke califica a la campaña del grupo ultracatólico de “pacífica y respetuosa” y asegura haber sido “promovida como una forma de proteger a los escolares de la propaganda del lobby LGTBI”, a la que tilda de “socialmente devastadora” y “lavado de cerebro”.
Así ha respondido a un e-mail que tres eurodiputadas españolas –Lola Sánchez, de Podemos; Iratxe García, del PSOE y Ernest Urtasun, de ICV– han enviado este miércoles a todos los europarlamentarios y sus asistentes. Una de las respuestas ha sido la del polaco, que fue sancionado el pasado 14 de marzo a dejar de percibir dietas durante 30 días, participar durante diez en actividades parlamentarias y representar a la Eurocámara en foros internacionales durante un año.
La eurodiputada de IU Marina Albiol tuiteaba así el mensaje de Korwin-Mikke:
En el correo que enviaban los parlamentarios les reenviaban una carta que pretenden enviar a la comisaria de Justicia de la Comisión Europea VÄra Jourová y en él explicaban que el autobús “es un ataque a la comunidad transexual y viola los principios de la Unión Europea”. Finalizan el texto pidiendo que la ONU retire el estatus consultivo que le reconoció a HazteOir en 2013.
Korwin-Mikke responde agradeciendo el mail porque le ha recordado “en tiempos peligrosos de lobby del terror”. “¿No debería esta gente tener el derecho de promover su visión”, prosigue el eurodiputado. “El Alto Censor Europeo no ha sido creado todavía, pero estoy seguro de que pronto lo será y obtendrás ese trabajo. No puedo pensar en un mejor candidato”, concluye.
El pasado 1 de marzo Korwin-Mikke, que ya fue sancionado en 2012 por comentarios racistas y en 2015 por entrar al pleno haciendo el saludo nazi, afirmó ante el pleno que las mujeres “deben ganar menos que los hombres porque son más débiles, más pequeñas, menos inteligentes”. El presidente del Parlamento Europeo decidió abrir una investigación por el episodio, que calificó de “gravísimo”.