La Comisión Europea no ha conseguido asegurarse la mayoría de estados necesaria para renovar la licencia del herbicida glifosato. Así que ha vuelto a suspender la votación en el Comité de Plantas, Animales y Alimentos donde están representados los 28 miembros. “Debido a que era obvio que no habría esa mayoría cualificada, no se ha procedido a votar”, ha contado un portavoz de la Comisión. El comité ha estado deliberando dos días: el 18 y 19 de mayo.
La polémica que rodea a este herbicida gira entorno a la declaración de “probablemente cancerígeno” que ha sostenido la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Está contrapuesta a la opinión de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) que lo cree seguro.
Al debate de esta semana se llegó tras haber pospuesto ya una vez la decisión el pasado 8 de marzo. Entonces, la oposición de Francia, Holanda y otros países impedía alcanzar los apoyos necesarios por lo que el Ejecutivo comunitario decidió retrasar el proceso hasta este mes con la idea de conseguir los votos. Además, justo un día antes de arrancar las sesiones, la OMS y la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO), emitieron un informe en el que decían que era “improbable que el glifosato suponga un riesgo de cáncer para los humanos a través de la dieta”.
Con todo, las dudas sobre el herbicida no se han disipado lo suficiente como para que los estados reacios terminaran por dar el visto bueno a la renovación del producto. La Comisión había preparado un borrador en el que la licencia del herbicida se prolongaría otros nueve años con pocas restricciones. No tuvo en cuenta la moción del Parlamento Europeo que, a mediados de abril, había solicitado que el permiso se acostase a siete años y se prohibiera el uso particular así como la aplicación en zonas verdes próximas a colegios o parques. El Grupo de los Verdes, que defendió la prohibición del glifosato en el parlamento considera ahora que este nuevo retraso “confirma nuestras dudas sobre el producto”. Su portavoz Florent Marcellesi cree que es “unaseñal de que los gobiernos están tomando en serio la firme oposición existente hacia esta sustancia”.
Vinculaciones con las biotecnológicas
El informe conjunto de la OMS y la FAO aunque llegó en el momento decisivo de la toma de decisiones, también lo hizo lastrado por las vinculaciones de algunos miembros del comité de estudio con la industria de los fitosanitarios. Su co-director, Alan Boobis, aparece en el panel de expertos de la organización International Life Science Institute entre cuyos miembros aparecen corporaciones biotecnológicas como Monsanto o Dow Chemical. Lo mismo ocurre con otro de los científicos que han dirigido este último escrito sobre el glifosato: Angelo Moretto.
La actual licencia por la que se comercializa el glifosato en la Unión Europea está a punto de expirar. Para continuar vendiéndolo, es obligatorio que se renueve el permiso antes del 30 de junio. La Comisión Europea confirma que si no se toma una decisión “ los Estados Miembro deberán retirar las autorizaciones de todos los productos basados en este producto”.