El exministro de Educación, Cultura y Deporte José Ignacio Wert, artífice de la Lomce, comparecerá en la Comisión de Educación del Congreso el martes próximo, 28 de marzo, donde expondrá sus ideas con vistas a un pacto educativo.
La intervención de Wert, embajador de España ante la OCDE desde julio de 2015, forma parte de la ronda de comparecencias programadas por la subcomisión parlamentaria que negociará un pacto social y político de Estado sobre la enseñanza.
Según refleja la web del Congreso, la comparecencia del exministro está prevista a las 9:00 horas del martes próximo.
Ministro en el primer gobierno de Mariano Rajoy, entre diciembre de 2011 y junio de 2015, Wert cesó a petición propia “por razones personales” y fue sustituido por Íñigo Méndez de Vigo.
El exministro promovió una reforma educativa rodeada de controversia y protestas constantes de buena parte de la comunidad escolar, huelgas y manifestaciones incluidas, de las autonomías no gobernadas por el PP y de toda la oposición parlamentaria, especialmente la nacionalista.
Consiguió que las Cortes aprobaran en 2013, con la mayoría absoluta del PP, la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce), vigente en estos momentos.
La polémica se centró en la regulación para garantizar que los alumnos que lo deseen puedan aprender en castellano en Cataluña, los nuevos bloques de asignaturas, los itinerarios de cuarto de ESO y, sobre todo, las evaluaciones finales de ESO y Bachillerato, con efectos académicos para obtener los títulos correspondientes y acceder a la Universidad.
Precisamente, el Ministerio de Educación y las comunidades autónomas acordaron en diciembre pasado dejar transitoriamente sin efectos esas pruebas -que algunos consideran “reválidas”-, lo que se sustanció en un real decreto ley que convalidó el Congreso.
Fue “un primer paso, pero importante”, hacia el pacto educativo, según valoró Méndez de Vigo.
Tampoco han sido ajenas a la polémica la reforma universitaria, el real decreto ley de 2012 que posibilitó la subida de las tasas de matrícula y otros “recortes”, las nuevas exigencias académicas de las becas o la reducción de las ayudas para libros de texto. Ni algunas de las declaraciones del propio Wert, que llegó a decir que el deseo del Ejecutivo es “españolizar a los alumnos catalanes”.