Los expertos recomiendan fomentar el espíritu crítico de los niños para combatir el machismo de los videojuegos, que muestran estereotipos discriminatorios de las mujeres: damas en peligro, compañeras sexys, mujeres masculinizadas, con cuerpos imposibles, insinuantes o con poca ropa.
La antropóloga experta en género y directora del grado de Antropología y Evolución Humana de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), Begoña Enguix, ha argumentado que los videojuegos son “el foco principal de difusión de estereotipos discriminatorios hacia las mujeres” y que, para combatirlo, es necesario “fomentar el espíritu crítico desde pequeños, contar con una buena autoestima y hacer pedagogía en el aula y en casa”.
Para la experta en género y tecnologías de la información y la comunicación (TIC) de la UOC Lidia Arroyo los estereotipos que difunden los videojuegos “están muy arraigados”, por lo que los guionistas de estos productos audiovisuales “muchas veces caen en clichés”.
De la mujer abnegada que espera un príncipe azul a la mujer que lucha para conseguir la paz en el mundo, Arroyo ha explicado que “Disney, la gran industria paradigmática de los estereotipos de género, ha difundido estereotipos a lo largo de décadas y ahora comienza a introducir nuevos modelos de masculinidad y feminidad”.
En el mismo sentido se ha pronunciado el doctor en pedagogía y presidente del consejo social del Colegio de Pedagogos de Cataluña (COPEC), Jordi Puig, quien ha subrayado el valor preventivo de la educación en los jóvenes, a los que “en una sociedad muy permisiva como la nuestra no se educa en el sentido crítico”.
Puig ha reconocido que los videojuegos han sido durante mucho tiempo una de las fuentes principales de difusión de estereotipos, pero que “ahora está surgiendo una nueva hornada de creadores salidos de los estudios universitarios de nueva creación, que están empezando a elaborar videojuegos más educativos”.
El doctor en pedagogía ha informado de que importantes compañías norteamericanas y japonesas de creación de videojuegos “están contratando a especialistas que empiezan a salir de las universidades catalanas” y ha convenido en la necesidad de que las empresas creadoras de videojuegos “contraten a educadores y pedagogos para conseguir buenos productos que tengan éxito en el mercado”.
Lidia Arroyo ha explicado que las redes sociales se han convertido en uno de los principales canales de denuncia de todo lo que no es políticamente correcto y “este control y la denuncia por parte de la audiencia está provocando, en muchos casos, cambios en los contenidos más controvertidos”.
La experta ha explicado que una de las principales denunciantes de las conductas sexistas en videojuegos es la comunicadora canadiense Anita Sarkeesian, que en la página web Feminist Frequency enumera ejemplos de personajes femeninos estereotipados en esta industria como la dama en peligro, la compañera seductora, las mujeres de decoración y las masculinizadas.
La psicóloga infantil y juvenil y profesora del grado de Psicología de la UOC Amalia Gordóvil ha subrayado que la publicidad, los videojuegos, las series televisivas y las películas son “agentes socializadores” que contribuyen en gran medida a que los niños “acepten y normalicen los modelos conductuales que aparecen y quieran copiarlos”.
Para la experta, estos contenidos audiovisuales son, a veces, “transmisores de falsas creencias”, ya que vinculan el uso del cuerpo y de la imagen con determinados resultados como tener poder, éxito o control sobre los demás y fomentan el culto al cuerpo.
Por eso es necesario “fortalecer el espíritu crítico desde muy pequeños”, según Gordóvil, que ha señalado que la escuela y la familia son los pilares principales para que los niños o los jóvenes crezcan con conciencia crítica y lleguen a la adolescencia con una buena base de autoestima.
Poner en valor atributos de la personalidad de los niños y de los chicos más allá de lo físico son herramientas de trabajo para padres y maestros que da la psicóloga, que también señala a los medios de comunicación como garantes de contenidos igualitarios.
Para Begoña Enguix, los medios de comunicación deberían ejercer más control sobre los contenidos sexistas que aparecen camuflados, especialmente en aquellos programas dirigidos a los más pequeños.
Carme Picart