Los cerca de 10.000 españoles y españolas que fueron deportados a los campos de concentración nazis ya disponen del espacio que merecen en la gran exposición sobre Auschwitz que se exhibe en Madrid. Los responsables de la muestra han corregido el error que cometieron inicialmente de ignorar, casi por completo, a esos compatriotas que vivieron y perecieron en los campos de la muerte de Hitler. La exposición Auschwitz. No hace mucho. No muy lejos se inauguró el pasado mes de diciembre en el Centro de Exposiciones Arte Canal, donde se sigue exhibiendo con gran éxito de crítica y de público.
La muestra nació ocupando veinticinco salas, exhibiendo centenares de paneles informativos y más de 600 objetos originales del campo de concentración. Un proyecto de grandes proporciones en el que, sin embargo, apenas se daban unas brevísimas referencias, con datos erróneos y contradictorios, sobre las víctimas españolas del nazismo. La Amical del campo de concentración de Ravensbrück y la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) fueron las primeras en dar la voz de alarma el pasado mes de enero. Ello, unido a la información publicada por este diario, animó al director de la exposición, Luis Ferreiro, a reconocer el error y a comprometerse a subsanarlo lo antes posible.
Desde hace algunos días esa promesa se ha convertido en realidad. Quienes visitan la exhibición se encuentran ahora con un gran panel informativo, en castellano y en inglés, dedicado en exclusiva a recordar a los “republicanos españoles deportados a los campos de concentración nazis”. Lo ilustra una fotografía emblemática realizada por Francesc Boix, el fotógrafo barcelonés de Mauthausen. En ella se puede ver a un numeroso grupo de supervivientes españoles posando en el interior del campo de concentración, poco después de que fuera liberado por las tropas estadounidenses el 5 de mayo de 1945.
En el texto que acompaña a la instantánea se ofrece un breve, pero completo resumen de la durísima epopeya que vivieron todos estos hombres y mujeres. En él se puede leer, entre otras cosas, cómo su deportación a los campos nazis se produjo “con la aquiescencia del régimen franquista”. Quienes se detengan ante él podrán conocer, además, las cifras de fallecidos, cerca de 5.500, y el número de españoles que hubo en cada campo de concentración alemán: 6980 en Mauthausen, 532 en Buchenwald, 530 en Dachau, 389 en Neuengamme o 104 en Sachsenhausen.
Satisfacción de las asociaciones memorialistas
No es la única mejora que se ha realizado en este sentido. La exhibición también ha corregido los datos erróneos y contradictorios que los visitantes escuchaban en la audioguía. Además, en el mes de mayo, coincidiendo con el 73º aniversario de la liberación de Mauthausen, se programarán diversas actividades en el marco del programa cultural que acompaña a la exposición; entre ellas, una conferencia sobre los deportados españoles que impartirá la historiadora Rosa Torán el día 24 .
“Se trataba de una exposición de grandes dimensiones –comenta su director, Luis Ferreiro, a eldiario.es–, pero creímos que era justo atender a las sugerencias que se nos hicieron y ampliarla para paliar esa falta de información sobre la conexión española”.
En los cuatro meses que lleva abierta al público, Auschwitz. No hace mucho. No muy lejos ha atraído a más de 250.000 visitantes. Una cifra tan llamativa que ha provocado que los responsables de la exposición no descarten retrasar su cierre, previsto inicialmente para el 17 de junio, y prorrogar au exhibición más allá del verano. Después la muestra viajará, ya con la información ampliada sobre las víctimas españolas, a otras seis ciudades europeas y siete del continente americano.
“Nos alegramos mucho de que se haya producido esta rectificación”, asegura a eldiario.es el presidente de la ARMH, Emilio Silva. “Era inconcebible que una exposición sobre Auschwitz en nuestro país se olvidara, precisamente, de las víctimas españolas del nazismo. En cualquier caso, lo sucedido demuestra la falta de conocimiento que existe en España sobre este tema y el mucho trabajo que queda por hacer. ¿Para cuándo una gran exposición como esta dedicada a los españoles y españolas que sufrieron y murieron entre las alambradas nazis? Contamos con objetos, fotografías, relatos e historias suficientes para llevarla a cabo. Ojalá pronto las instituciones privadas y públicas pongan el interés y los recursos necesarios para hacerla realidad, como han hecho con Auschwitz”.