La Fiscalía de Düsseldorf, que está investigando al copiloto del avión de Germanwings que se estrelló en los Alpes franceses, ha informado este lunes de que Andreas Lubitz recibió hace varios años, antes de obtener su licencia como piloto, “atención psicoterapeútica por tendencias suicidas” durante un periodo prolongado.
En un comunicado, la Fiscalía ha descartado “especular” sobre los motivos que llevaron a Lubitz a, presuntamente, estrellar de forma intencionada el Airbus A320 con 150 personas a bordo tras hablar con varias personas de su entorno personal y laboral y ha defendido que sustentan su investigación solo en “hechos”.
Según ha añadido, la documentación médica incautada en la vivienda del copiloto no apunta a ninguna “enfermedad orgánica”. Lo que sí se ha podido averiguar es que “el copiloto recibió hace varios años, antes de obtener el permiso como piloto, durante un periodo prolongado tratamiento psicológico por tendencias suicidas”.
Desde entonces y hasta los últimos tiempos, Lubitz estuvo de baja tras otras visitas al médico, “sin que se atestiguaran tendencias suicidas o agresividad hacia extraños”, ha puntualizado la nota, firmada por el fiscal Ralf Herrenbrück.
El viernes pasado, la Fiscalía había revelado que Lubitz tenía un parte de baja roto en su vivienda que le eximía de ir a trabajar el día de la tragedia, si bien no especificó qué enfermedad le aquejaba. Durante el fin de semana, varios medios han publicado informaciones sobre los problemas psicológicos del copiloto e incluso problemas de visión que podrían en peligro su futuro como piloto.
Entrega del historial médico
Las últimas informaciones sobre el historial clínico del copiloto han sido conocidas después de que la Clínica Universitaria de Düsseldorf, a la que acudió en los últimos dos meses Andreas Lubitz para solicitar un diagnóstico, haya entregado este lunes su documentación médica a la Fiscalía de la ciudad.
Una portavoz del centro ha confirmado que se han entregado las actas sin añadir más detalles, ante la investigación en marcha y por respeto al deber de confidencialidad médica.
El viernes y ante la sucesión de informaciones sobre la salud psíquica de Lubitz, el centro hospitalario emitió un comunicado en el que señalaba que el copiloto había acudido a la clínica como paciente en febrero y, por última vez, el pasado 10 de marzo. No reveló detalles de la posible enfermedad que padecía Lubitz, pero sí señaló que las informaciones que indicaban que el joven había sido tratado de una depresión en el centro eran incorrectas.