El documental Yo, Juan Carlos, rey de España, se ha emitido en Francia pero no en España. RTVE lo ha coproducido y luego lo ha aparcado después de una intensa negociación para que saliera el presidente Mariano Rajoy en la cinta. Tal fue el empeño que se mandó a París (la producción es de la francesa Cinétévé) a un equipo negociador. Tras varias reuniones y dos interlocutores por parte de la cadena española, se consiguió que los autores del documental aceptaran entrevistar a alguien del PP -concretamente a Miguel Herrero de Miñón, exdiputado del partido- pero no cedieron a una entrevista con el presidente de Gobierno.
La cinta se grabó en un momento histórico, aunque en aquel momento nadie lo sabía. A cinco días de la abdicación de Juan Carlos I, en junio de 2014, un equipo de grabación entró en el despacho del rey e inició el rodaje de un documental que la cadena que lo ha emitido este lunes en 'prime time', France 3, califica como “personal”. Fueron unas cinco horas de grabación. Además del rey Juan Carlos hay otros cinco testimonios: el rey Felipe VI, la infanta Pilar, Alfonso Guerra, Alfredo Pérez Rubalcaba y Mario Vargas Llosa.
RTVE es coproductora de la cinta, ya que ha cedido imágenes de su archivo al proyecto. Esto es, tiene derechos de emisión y no caducan. Sin embargo, ha decidido que “no va a ponerlo en la parrilla de programación por el momento”, confirman fuentes de la Corporación. Eso pese a que la televisión pública ha aportado unos 30 minutos de material histórico cuyo valor, según fuentes consultadas, podría rondar los 300.000 euros si se vendiera.
“Que salga Rajoy”
Con el documental pactado y arrancado y bajo la presidencia de José Antonio Sánchez, RTVE intentó que en el documental saliera el presidente Mariano Rajoy. Tanto les interesaba que la cadena nombró a Julio Somoano (exdirector de Informativos) como negociador para ir a París a hablar de la posibilidad de incluir esta entrevista extra. En esas negociaciones, que no fructificaron, le sustituyó más tarde Ignacio Gómez-Acebo (exdirector de Planificación Estratégica). Ambos tenían el objetivo de 'completar' el documental con Rajoy. La cadena pública española entendía que tenía que ser él quien compensara la voz de los socialistas Rubalcaba y Guerra en aras de la pluralidad.
El equipo francés insistía en que se trataba de un retrato personal, no periodístico, y que Guerra y Rubalcaba estaban por la cercanía con el monarca, ya que habían vivido juntos momentos históricos. De hecho, la cadena que lo emite en Francia lo define así: “Un viaje personal plagado de renuncias, traición, lágrimas y drama, pero también valor”.
Después de varias conversaciones, los autores -la escritora y biógrafa del rey Laurence Debray y el cineasta hispano-francés Miguel Courtois- finalmente aceptaron que hubiera una voz del PP en el documental, pero no la de Rajoy, ya que no había tenido un papel fundamental en la vida del rey ni en los acontecimientos narrados. Entrevistarían a Miguel Herrero de Miñón, uno de los padres de la Constitución y exdiputado del PP. Ahí acabaron las negociaciones. Y el futuro de la cinta en España.
Cinétévé entregó el documental en mayo de 2015 para que RTVE pudiera ponerle subtítulos en la parte del off, ya que las entrevistas estaban grabadas en español. Un proceso en el que están trabajando ahora, ocho meses después. El equipo francés quería emitir en diciembre, coincidiendo con las elecciones generales para que el público galo tuviera más interés en el largometraje. Esperaban que TVE emitiera primero por motivos obvios de interés, actualidad y cercanía. Pero no sucedió. Ni va a suceder.
La decisión de no emitir en España un programa que France 3 ha programado a las 20.55 de un lunes en horario de máxima audiencia ha generado críticas incluso en la Casa del Rey. Su exdirector de comunicación Javier Ayuso escribió en el El País: “Estoy abochornado por las explicaciones que dan desde RTVE para justificar que no van a cumplir su parte del acuerdo”. En RTVE verdaderamente no saben dar una explicación de por qué 90 minutos con entrevistas exclusivas con ambos reyes e imágenes del archivo de la Corporación pública no se va a emitir. “No hay ninguna razón concreta”, concluyen.