“La intervención quirúrgica ha terminado; se ha desarrollado sin complicaciones y ha tenido una duración de tres horas”. Con un lacónico comunicado la Santa Sede informaba del éxito de la operación de eventroplastia a la que se ha sometido esta tarde el Papa Francisco y que le mantendrá apartado de los focos públicos, al menos, hasta el 18 de junio, según adelantó también la Santa Sede.
La operación, llevada a cabo en el Policlínico Gemelli por el equipo del cirujano Sergio Alfieri, que ya le operó hace dos años del colon, fue un éxito y no se produjeron complicaciones, según informaron a elDiario.es fuentes cercanas, que afirman que Francisco ni siquiera pasará por la UCI. A partir de ahora comienza un periodo de rehabilitación que será especialmente delicado en el caso de un paciente como él, con 86 años y un cuadro médico delicado. De hecho, la operación de hoy tiene su origen en una primera intervención, hace tres años, en la que se le extrajo parte del instestino y se le sacaron algunos divertículos que, al parecer, se habrían reproducido.
“La operación, dispuesta en los últimos días por el equipo médico que asiste al papa, se ha hecho necesaria a causa de una hernia incisional incarcerada que está provocando síndromes suboclusivos recurrentes, dolorosos y que empeoran”, informaba el Vaticano. De todos modos, se espera que dentro de dos o tres días Francisco pueda volver a retomar el trabajo desde la planta décima del Gemelli, la llamada 'planta de los papas', donde permanecerá al menos diez días más.
“El Papa está bien, despierto y trabajando”. En un esperado gesto de transparencia informativa, el doctor Sergio Alfieri, responsable de la operación al Papa, informó del estado de salud el Pontífice. En una breve comparecencia en el atrio del Policlínico Gemelli, Alfieri comenzó con el anuncio que todos esperaban: “El Santo Padre está bien, es la noticia que esperaba todo el mundo”, señaló, confirmando que la operación estaba relacionada con la realizada hace dos años, y que no revestía urgencia.
“El Papa acusaba estos dolores en los últimos meses, Fue una decisión del Papa, el Papa siempre decide estas cosas”, argumentó el facultativo, acompañado por el director de la Sala Stampa, Matteo Bruni. Ambos recordaron que, en los últimos meses, el Papa había referido varios dolores, y que por eso, de acuerdo con sus médicos personales, se acordó llevar a cabo esta operación.
“Durante la intervención quirúrgica se encontraron adherencias tenaces entre algunas asas intestinales medias parcialmente congestionadas y el peritoneo parietal que causaban los síntomas mencionados”, añadió el doctor, que apuntó cómo “se liberaron las adherencias (cicatrización interna) con un desbridamiento completo de toda la madeja tenaz. A continuación se reparó el defecto herniario mediante cirugía plástica de la pared abdominal con ayuda de una malla protésica”.
En cuanto a la anestesia general, el doctor indicó que se llevó a cabo “sin complicaciones”, y que el Papa “ha respondido bien” a la misma. Sí quiso dejar claro que “el Papa nunca ha tenido problema alguno con la anestesia general. No le gusta estar adormilado, pero no hay ningún problema médico en este sentido”.
En cuanto a las posibles complicaciones, Alfieri también fue claro: “Solo le he pedido que no haga esfuerzos físicos”, apuntando que la recuperación llevará “entre cincio y siete días”, aunque considerando que se trata de un paciente de 86 años, con intervenciones anteriores, “adoptaremos todas las cautelas”.
Lo que sí descartó el médico es que existan otras patologías, o que ésta sea maligna. “La intervención es por una patología benigna. La estenosis diverticular es una patología benigna, de la que el papa está completamente curado. El Papa no tiene otra enfermedad”, finalizó.De hecho, la Prefectura de la Casa Pontificia envió cartas a todas las personas que tenían audiencia con el Papa y canceló los encuentros por lo menos hasta esa fecha. Posteriormente, se valorará el estado de salud del pontífice antes de decidir si se cancelan sus próximos viajes previstos: a Lisboa para clausurar la Jornada Mundial de la Juventud y a Mongolia, a finales de agosto. Lo más probable, con todo, es que dichos viajes puedan mantenerse, pero acotando mucho los actos públicos y desplazamientos.
Lo que sí dejó claro la Santa Sede, a través del secretario de Estado, Pietro Parolin, es que “no habrá transferencia de poder” y que el Papa “reanudará, aunque sea desde una cama de hospital, su actividad. Si hay cosas que deben decidirse y son urgentes, se le llevarán a Gemelli'.
Toda la información en www.religiondigital.org