No es nuevo, pero sí el más grande. El Parque Nacional de Cabrera añade este viernes 80.000 hectáreas de mar protegido a su extensión. Su mapa pasa de 10.000 a 90.000 Ha. al incorporar buena parte de las aguas colindantes con las islas tras aprobarse el plan en el Consejo de Ministros.
El Gobierno eligió un trámite más ágil para ampliar el espacio protegido previsto en la ley de parques nacionales. Al sumarle superficie de titularidad pública puede recurrirse al acuerdo del Consejo. Con esta decisión, Cabrera se convierte en el parque más grande de España incluyendo los terrestres.
La novedad ecológica de esta decisión estriba en la protección de 12 de los 13 ecosistemas marinos de especial valor e interés listados en la ley. Y, además, blinda por primera vez aguas de mar abierto y de gran profundidad.
Esta ampliación, hasta llegar a alta mar, hace que caiga en el mapa de Parque de Cabrera las “ áreas pelágicas de paso, reproducción o presencia habitual de cetáceos o grandes peces migradores”. Es decir se crea una suerte de santuario de ballenas y delfines a su paso por las aguas baleares. Y al llegar hasta los 2.000 metros de profundidad incorpora a sus hábitats “los bancos de corales profundos”, según indica el Ministerio para la Transición Ecológica.
El parque nacional nació en 1991. Se encuentra situado al sur de Mallorca y lo componen una isla principal, Cabrera Gran, y 18 islas menores, entre las que destaca la Illa dels Conills. Su ampliación caminaba sin mayores problemas hasta que surgieron trabas por los intereses pesqueros de cierta parte de la flota comercial que fueron defendidos por los senadores baleares del Partido Popular que convencieron a la entonces ministra de Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, para, al menos, revisar los nuevos límites. El cambio de color político en La Moncloa ha terminado en el acuerdo de este viernes.