El Ministerio de Sanidad ha concretado, por fin, cuánto calcula que le costarán los fármacos de nueva generación contra la hepatitis C: 737 millones para los próximos tres años. 242 cada ejercicio. Y también la población diana para estos antivirales de alta eficacia: 52.000 pacientes. Según Sanidad, hay 95.524 diagnosticados por lo que este volumen de atendidos supone algo más de la mitad (los primeros pasos que dio el Gobierno, antes de las movilizaciones de pacientes en los hospitales apenas llegaban al 17%).
Cada tratamiento saldrá así, según lo que ha especificado el ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, a unos 13.980 euros. La estrategia nacional contra esta enfermedad ha incluido a los enfermos con niveles 2, 3 y 4 de fibrosis en el hígado, según ya avanzó la Plataforma de Afectados el viernes pasado tras reunirse con el ministerio.
Los medicamentos contra el virus de la hepatitis C que han ido apareciendo a lo largo de 2014 (Sovaldi, Olysio, Viekrax, Daklinza...) tienen un precio muy alto. Sus dueños, farmacéuticas como Gilead, Janssen, Abbvie o Bristol, los etiquetaron a más de 40.000 euros por tratamiento. Sin embargo, todos estos laboratorios han negociado rebajas a cambio de asegurarse un volumen garantizado de ventas en los países que financian públicamente las medicinas –como España–.
Pero son las comunidades autónomas las que, en virtud de sus competencias, deben hacer frente luego a los pagos de las píldoras. Eso ha hecho que algunas de ellas hayan creado filtros para que, una vez prescritos por los especialistas, otros “expertos” evaluaran la idoneidad del caso y liberaran el tratamiento. Alonso ha dicho este jueves que “el Ministerio de Hacienda dará solvencia financiera” para que las regiones financien las curas contra la hepatitis C.