El Gobierno no contempla la posibilidad de decretar confinamientos domiciliarios hasta evaluar primero el impacto de las medidas ya adoptadas por las comunidades autónomas. Desde el Ministerio de Sanidad consideran que todavía hay un “margen temporal” para observar la eficacia de las iniciativas que se están aplicando, como el toque de queda o la prohibición de las reuniones de más de seis personas, y recuerda que existen otros mecanismos que se pueden implementar bajo el paraguas del estado de alarma antes de llegar una medida tan severa.
Este lunes, el presidente de Asturias, Adrián Barbón, solicitó la medida esgrimiendo que “no hay otro camino” para doblegar la curva. La petición de Asturias forma parte de un paquete más amplio, que incluye el cierre de “toda la actividad económica no esencial” a partir del miércoles y el toque de queda a las 22.00, dos horas antes del actual. La comparecencia de Barbón tuvo lugar poco después de que dos miembros del Ejecutivo rechazasen la idea del confinamiento perimetral: primero José Luis Escrivá, titular de Seguridad Social, y luego el propio Illa. “No me consta. Esta pandemia hay que monitorizarla continuamente, hay que evaluar muy bien”, respondió a primera hora de la mañana Escrivá en una entrevista en Antena3.
Para el ministro de Sanidad, “el abanico de medidas que están a disposición de las autoridades de las comunidades para poder actuar es suficiente”, según señaló en una conferencia en Intermèdia Agencia de Comunicació, y no se debe entrar en una “competición” para ver “quién toma la medida más dura”. Tras la rueda de prensa de Barbón, desde Sanidad han insistido en que “en el escenario actual no se contemplan confinamientos domiciliarios en nuestro país” y han anunciado que mantendrán una reunión este martes con Asturias a las 12.30.
Este fin de semana, Melilla también instó a Sanidad a habilitar “a la mayor brevedad posible los mecanismos legales necesarios” para activar el confinamiento domiciliario. Otros líderes autonómicos se han referido a la cercanía de medidas más duras ante el escenario actual de avance de la pandemia en España, que se aproxima a una media de 150 fallecimientos cada día. La consejera de Sanidad de Castilla y León, Verónica Casado, ha reconocido que el confinamiento domiciliario es “inevitable”. “Ese confinamiento puede permitir el trabajo, la educación y otros aspectos que inicialmente no tuvimos, intentar buscar cierto equilibrio”, ha afirmado en una entrevista en Hoy por Hoy.
Para el vicepresidente de la Junta de Andalucía, Juan Marín, España “va por el camino” que están siguiendo países de su entorno como Francia, Alemania o Portugal, que ya han anunciado confinamientos entre su población para reducir la propagación de la COVID-19, y por eso teme que “en los próximos días, esas decisiones pueden llegar” al país.
En la misma línea, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha asegurado este lunes que no descarta que sea necesario optar por “modelos más duros o confinamientos” y ha reclamado afrontar la nueva ola de coronavirus sin la “ingenuidad” con la que se hizo al inicio de la pandemia.