Tras el anuncio del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el Gobierno ha trasladado formalmente a la ley la obligatoriedad de las mascarillas en exteriores con un Consejo de Ministros extraordinario. En la rueda de prensa posterior, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha salido al paso de las críticas por la medida justificando que se toma porque se ha constatado una “menor utilización” en determinadas circunstancias, como al estar “con amigos”, en la última encuesta de COSMOSpain. También por las “aglomeraciones” que se dan con más frecuencia en esta época navideña y en las que el “uso de la mascarilla no estaba siendo el adecuado”.
El real decreto, que se ha publicado ya en el Boletín Oficial del Estado, modifica el artículo 6 de la conocida ley de nueva normalidad, aprobada a finales de marzo de 2020, y que ya había sido retocada en junio de este año para relajar la mascarilla en exteriores.
La nueva redacción, además de dar marcha atrás para volver a imponerla, recoge las salvedades que ya avanzó el presidente del Gobierno. No tendrá que utilizarse mientras se practique deporte individual y en espacios naturales, como el campo o la playa “siempre que se pueda mantener una distancia de 1,5 metros”. A menos que las personas reunidas sean convivientes. En los núcleos de los pueblos también es obligatoria, ha respondido Darias, que recuerda que el uso en interiores sigue vigente, como hasta ahora. Las personas que no cumplan con la norma serán sancionadas con una multa de 100 euros. Eso tampoco cambia.
Conscientes de que la medida no ha sido bien recibida ni por los epidemiólogos -que la consideran poco eficaz- ni por algunos partidos políticos socios del Gobierno, la titular de Sanidad asegura que está “avalada por los científicos en diversos países como Alemania y Estados Unidos” y por “la práctica unanimidad” de los presidentes autonómicos. También que es adecuada por la “mayor expansión” de la nueva variante ómicron.
Sobre la voluntad de las comunidades para tomar más o menos restricciones dentro de sus competencias -con Catalunya en un extremo y Madrid en otro-, Darias ha evitado pronunciarse: ha apelado a que cada realidad es “diferente” y ha insistido en la “cultura del cuidado”.
Los refuerzos de los recursos humanos para hacer frente a la sexta ola, ya avanzados por el jefe del Ejecutivo en Conferencia de Presidentes, se han aprobado como “medidas extraordinarias y transitorias durante 12 meses”. En este tiempo, según ha explicado Darias, las comunidades autónomas podrán contratar a profesionales jubilados y a personas con título obtenido fuera de la Unión Europea para aplacar la saturación de la Atención Primaria, que el Gobierno admite como un problema. “La variante ómicron es más transmisible pero presenta síntomas, por eso los esfuerzos están centrados en contribuir a seguir reforzando el eje vertebrador del sistema, la Atención Primaria”, ha apuntado.
Otras de las novedades es que el Gobierno podrá tomar medidas respecto a la relación o endurecimiento del uso de las mascarillas sin necesidad de pasar posteriormente por el Congreso, como sucede hasta ahora. El decreto ley que ha aprobado el Consejo de Ministros incluye una modificación que habilita al Gobierno a que pueda tomar esas decisiones a través de un real decreto y no de un decreto ley. La diferencia es que el segundo también entra en vigor según se publica -en este caso en el BOE-, pero requiere la convalidación posterior en el Parlamento y el primero es solo una resolución del Consejo de Ministros.
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