Letur (Albacete), 26 nov (EFE).- El Gobierno de España ha registrado más de 300 solicitudes de ayuda de Castilla-La Mancha por las consecuencias de la dana del 29 de octubre, ha indicado este martes en Letur (Albacete), el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres.
El ministro ha recorrido las calles de Letur, una de las localidades más afectadas por la dana, que ocasionó seis muertos en el municipio, acompañado por el vicepresidente segundo de Castilla-La Mancha, José Manuel Caballero, por la delegada del Gobierno en la comunidad autónoma, Milagros Tolón, y por el alcalde Sergio Marín.
Torres ha visto las calles de Letur devastadas por la riada, que ya están despejadas de escombros, pero con las huellas de trece viviendas derruidas.
Ha escuchado cómo una vecina de Letur le ha relatado lo ocurrido con la riada que, en cuestión de minutos, se llevaba seis vidas de un pueblo con apenas 150 habitantes y las calles de acceso al casco antiguo.
El titular de Política Territorial, que también ha visitado la oficina de atención a las víctimas, situada en la antigua casa del médico, ha recordado que hay ayudas directas para enseres y vivienda, así como recursos para las familias que han perdido a algún allegado.
En este sentido, Torres ha explicado que todas las semanas se desplaza personal de la Agencia Tributaria hasta Letur, puesto que hay ayudas para autónomos de hasta 5.000 euros y de hasta 150.000 euros para pequeñas y medianas empresas.
“Hay mucho trabajo que hacer en este municipio tan hermoso que va a recuperar pronto su belleza, aunque las pérdidas humanas sabemos que son irreparables”, ha afirmado el ministro a tres días de que se cumpla un mes de que ocurriera el desastre.
Letur, 28 días después
El alcalde de Letur, Sergio Marín, ha explicado que en el municipio se trabaja mientras siguen las labores de limpieza, en recuperar la luz, el agua y el alcantarillado.
Asimismo, el regidor ha señalado que el pueblo está pendiente del dictamen de los geólogos para avanzar, puesto que se ha confirmado que una parte del casco antiguo de la localidad se mueve 15 milímetros cada año.
Cuando se va a cumplir un mes del desastre 45 familias viven fueran de sus casas, de las que trece no podrán volver porque se han derruido, pero el resto está a la espera.
El ministro ha podido recorrer tanto las calles que arrasó la riada como el casco antiguo y ha conocido que incluso hay luces de Navidad preparadas en torno al colegio, a petición de los escolares.