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Hay fiesta en el cielo: el “cometa del siglo” alcanza su punto más visible coincidiendo con una ‘lluvia’ de auroras boreales

Desde este sábado 12 de octubre es el mejor momento para observar el cometa Tsuchinshan-ATLAS, conocido como “el cometa del siglo”, ya que está en punto de máximo acercamiento a la Tierra. El fenómeno coincide con un periodo de intensa actividad solar que ha permitido ver auroras boreales desde varios lugares de la península ibérica en la noche del jueves y que podría repetirse, aunque con menor intensidad, durante los próximos días. 

Aunque ver el cometa y las auroras a la vez no es posible en nuestras latitudes, debido a que se producen con una diferencia de horas y a que el primero se verá en el oeste y las segundas al norte, en lugares apartados existe una posibilidad remota de contemplar ambos espectáculos en el cielo en la misma noche.

Un cometa de larga cola

El cometa podrá observarse a simple vista desde lugares elevados y libres de obstáculos en el horizonte, justo después de la puesta de Sol, mirando hacia el oeste. Para verlo mejor, se recomienda alejarse de la contaminación lumínica de las ciudades y situarse en sitios que estén elevados y donde el horizonte esté despejado. 

“Este es muy buen cometa para observarlo, porque tiene una cola de 21 grados, que equivale a 42 lunas llenas una detrás de otra”, explica el astrónomo aficionado Paco Bellido a elDiario.es. “Se podrá ver en los próximos días y la duración del fenómeno depende de cómo disminuya su brillo”, explica el científico y divulgador Nahúm M. Chazarra. “En los siguientes días irá perdiendo su brillo lentamente, pero no está claro cuándo dejará de verse, porque depende de cómo decaiga su magnitud”.  

“Este viernes será complicado observarlo porque estará bastante bajo, pero el sábado estará más o menos a la misma altura que Venus y conforme pasen los días se va a ir viendo mejor, en el sentido de que va a estar más lejos del sol y va durar más rato en el cielo”, puntualiza Bellido.

Una fiesta en el cielo

En cuanto a las auroras, verlas simultáneamente con el cometa será complicado, advierte el especialista Fernando Ortuño. “Pero es un plan perfecto para esta noche”, asegura. “El cometa se deja ver al atardecer con una cola de 20 grados y la aurora boreal tiene un buen pronóstico algo más bajo, aunque no es descartable que se dejen ver sobre todo alrededor de la medianoche en horario universal (UTC)”.

Durante la madrugada del jueves se pudieron captar imágenes de auroras boreales en distintas zonas de la mitad norte de la península, no tan intensas como las del pasado mes de mayo, pero sí espectaculares. ¿Por qué se están dejando ver tantas auroras últimamente en latitudes medias? “Estamos en el máximo solar y esto hace que el Sol esté en una etapa particularmente activa de su ciclo de 11 años”, señala Bellido. “Las auroras se ven bajas en nuestras latitudes, aunque en realidad estamos viendo el fenómeno que se está produciendo en latitudes más altas, por lo que siempre debemos mirar al norte para observarlas”, añade Ortuño.

No sé si esto ha ocurrido alguna otra vez, desde luego no es nada frecuente tener dos fenómenos celestes tan impresionantes al mismo tiempo

Tener auroras y un cometa a la vez en el cielo nocturno es un fenómeno muy raro, admiten los especialistas. “No sé si esto ha ocurrido alguna otra vez, desde luego no es nada frecuente tener dos fenómenos celestes tan impresionantes al mismo tiempo”, admite Paco Bellido. La probabilidad de que volvamos a ver auroras aquí en España no es muy alta, pero no es imposible, viendo como está la actividad solar, asegura. “La pena es que el pronóstico en muchos lugares da un cielo cubierto de nubes”, señala. 

Por otro lado, ver las auroras a simple vista es bastante más complicado que ver el cometa, y generalmente sería más un desafío para los que tienen buenas cámaras para capturar el cielo nocturno. “El hecho de que ahora seamos capaces de observar las auroras se debe a un sesgo por el aumento de la capacidad de exposición de nuestros dispositivos, un mejor conocimiento de la dinámica de la física solar y su interacción con el campo magnético terrestre”, explica Ortuño. “Pero eso no quiere decir que salir al cielo estas noches no pueda ser una gran experiencia”.