El Hayedo de Montejo de la Sierra alberga casi el 40 por ciento de las especies de mariposas de la península Ibérica y más del 60 por ciento de las inventariadas en toda la Comunidad de Madrid.
Un estudio desarrollado a lo largo de todo el año 2015 por la Universidad Politécnica (UPM) y cofinanciado por la Fundación Montemadrid, ha arrojado “resultados sorprendentes” sobre la biodiversidad asociada a este bosque emblemático, Reserva de la Biosfera e integrado en la Red Natura 2000.
Jesús Rodríguez, investigador de la Escuela de Montes de la UPM, ha explicado a Efe que fueron a buscar siete especies amenazadas de mariposas y se encontraron con la presencia de 93 especies diurnas, un número que supera en un 50 por ciento el de todas las Islas Británicas.
No obstante, ha recordado que el 25 por ciento de las mariposas del hayedo tienen poblaciones muy reducidas y de las siete especies que se iban a inventariar por encontrarse amenazadas, “dos de las diurnas no se han encontrado y tampoco las dos nocturnas”.
En cuanto a los árboles, el haya es la única especie que incrementa su número de ejemplares, mientras el resto -robles, melojos, majuelos y acebos- muestran una ligera disminución con respecto a 2005, “la evolución normal de un bosque maduro”.
La tolerancia de las hayas a la sombra y su rápido crecimiento -duplica su tamaño en 20 años- hace que esta especie ocupe el 30 por ciento de las 125 hectáreas del hayedo, también declarado Sitio Natural de Interés Nacional.
De entre todos los árboles de este espacio natural, 14 están considerados 'singulares', “individuos que por su avanzada edad son testigos de lo que el bosque era en el pasado”, aunque de ellos uno se ha perdido definitivamente, otro es ya irrecuperable y dos están estado de decaimiento, se ha lamentado.
Entre las herbáceas, con 25 especies endémicas, destaca el número “espectacular” de ejemplares -más de 28.000- de narciso, catalogado en peligro de extinción, y la presencia de una especie “que no se citaba en la Comunidad de Madrid desde hacía 25 años”, ha explicado.
“Casi todas las sorpresas del estudio han sido positivas”, ha añadido Rodríguez, quien ha reconocido que el estado de conservación del hayedo es bueno, “a lo que ha contribuido de manera positiva la presión humana”.
Gracias al uso que se dio en su día al monte, cuando se prohibió la explotación ganadera, y al empeño de los habitantes de Montejo de la Sierra “se ha ido recuperando poco a poco” y hoy constituye “una gran joya forestal” con una diversidad en especies entre 16 y 20 veces superior a los bosques similares más cercanos.
Para este investigador, la importancia del Hayedo de Montejo no solo estriba en su biodiversidad, sino también y en su singularidad.